Arqueólogos: «Es una satisfacción haber recuperado la pieza, este caso es un presunto expolio»

«Es una pena que haya tenido que pasar tanto tiempo para recuperarla pero es preferible a que no hubiera aparecido nunca», evidencia el veterano arqueólogo Armando Llanos, incapaz de ocultar su «enorme satisfacción» por la recuperación de la cabeza del Baco de Arkaia. ¿Sorprendido por el desenlace? «Sí y no, porque tenía que ser este. Aunque lo hubiera negado tantas veces (Jon Buesa, ex dirigente territorial del PNV), esto no podría haber acabado de otra manera, bueno, sí, en una disculpa y en su devolución inmediata, que habría sido lo deseable», destaca el experto.

«Lo que más me satisface es que se ha demostrado que sí se podía hacer algo para recuperar la pieza, en contra de lo que dijo la Diputación en un principio, apoyándose en que el tema ya había prescrito», destaca Llanos.

Ahora, lejos de pasar página y guardar este 'doble hallazgo' a buen recaudo en un almacén, el arqueólogo es partidario de que se exponga. «Más allá del interés que tiene por todo lo que ha ocurrido, es una pieza muy bella», destaca. En la misma línea, el presidente del Instituto Alavés de Arqueología, Rafael Varón, cree que la cabeza del dios romano «merece una exposición».

«Para mí, ha sido una gran sorpresa porque que lo tuviera esta persona era una posibilidad, pero también que la hubiese colocado en algún sitio». Varón se muestra convencido de que tras este episodio «es muy difícil que pueda ocurrir algo parecido en un futuro».

«La labor periodística y la de la Policía autonómica vasca han sido esenciales en esta ocasión, otras instituciones parecen haber ido a rebufo de ellos», destaca por su parte Susana del Rivero, directiva de la Plataforma Estatal de Profesionales de la Arqueología. Para este colectivo, «el presunto expolio de la cabeza de Baco nos retrotrae a tiempos muy pretéritos, a aquellos en los que quien llegaba primero se quedaba el botín para decorar su jardín, obviando los derechos del pueblo a su pasado, a su patrimonio y a su futuro, aunque es evidente que la expresión 'pa la saca' todavía se puede aplicar a quienes asaltan nuestros recursos culturales apropiándose de ellos». Estos profesionales piden responsabilidades a «los que deberían haber velado por este patrimonio y que, sin embargo, no parecían haber tomado nota de su ausencia».

De todo este asunto, de todo este caso, ¿se puede sacar una lectura positiva? El doctor en arqueología Ismael García, cree que sí. «Lo que ha sucedido, el hecho de que alguien se apropiara de forma indebida de una pieza fundamental de nuestro patrimonio nos tiene que dejar una lección de un gran valor didáctico: que, en contra de lo que se pueda pensar, si uno encuentra algo que cree que puede tener un valor, incluso aunque sea en su finca particular, tiene que comunicarlo», reflexiona el experto. «Este es el deber ciudadano de todos», abunda.