Ariznabarra se convierte en el peor punto negro del BEI para los conductores

Desde la reciente remodelación llevada a cabo en esta intersección, donde se han implantado los carriles prioritarios para el BEI y se ha minimizado significativamente la glorieta que existía antes, la zona ha pasado a convertirse en el peor punto negro del recorrido al sumar ya varias colisiones con coches y autobuses implicados. El último se registró ayer tras chocar un coche y un urbano, resultando heridos los conductores de sendos vehículos.

Coinciden en ello chóferes y taxistas consultados por EL CORREO. «Es el punto más crítico» asegura Fran Guzmán, presidente del comité Tuvisa. «Los coches no saben para dónde tirar. Hay que ir con mil ojos», apunta. Y es que los cambios en esta confluencia han generado confusión entre los miles conductores que la cruzan a diario. Lo que antes funcionaba como una rotonda con dos carriles y cuatro entradas donde el tráfico convivía con los buses municipales ha pasado a transformarse en un cruce 'seccionado' por el doble carril exclusivo del BEI en Castillo de Fontecha. La rotonda se ha empequeñecido y ahora «ya no hay rotonda, es una cosa rara, una minirrotonda, y la gente se despista», describe Guzmán. Además se han pintado en el asfalto marcas viales que prohíben a los vehículos detenerse sobre ellas.

Una suerte de rompecabezas circulatorio que está causando golpes como los de ayer. Fue minutos antes de las nueve de la mañana cuando colisionaron uno de los convoyes que cubre la línea 2 de Tuvisa (la Periférica, la que será sustuida por el BEI) y un Ibiza blanco, que rompió el eje por el golpe, lo que obligó a movilizar a una grúa para sacarlo de la calzada. Este accidente «no es el primero ni tampoco será el último», advertían en el barrio. ¿Y cómo evitarlo, como cruzar? «Los coches deben asegurarse bien de que no viene nadie. Casi mejor hacer Stop que ceda el paso», aconseja el representante de la plantilla de Tuvisa. «Es muy, muy conflictiva, te echas a temblar», conviene Izaskun López de Sosoaga, presidenta del colectivo de taxistas Alatax. Su consejo es similar: «mirar bien a todos los sentidos».

El Ayuntamiento transmite que la situación es «transitoria» y se solucionará cuando el carril segregado funcione al 100% y se active la regulación semafórica. «Queda terminar la instalación de las conexiones, que se hará las próximas semanas», indican desde Movilidad. Junto a este punto negro, los conductores ven peligrosa, aunque en menor medida, la rotonda de Portal de Castilla (antes conocida como la del olivo). «Ha habido sustos», dice Guzmán; «y habrá atascos», añade López de Sosoaga de parte de los taxistas. Su colectivo, además, pide al Consistorio que le dejen utilizar los viales del BEI. «Ya no podemos acceder a varias calles».

La representante advierte asimismo sobre la rotonda de Esmaltaciones, que «se atascará más» con el nuevo urbano. La de Pedro de Asúa con Adriano VI, ahora en obras, genera igualmente inquietud entre los chóferes.

La rotonda se ha minimizado, se han pintado los carriles del BEI y se han añadido marcas viales amarillas. Los conductores profesionales recomiendan «mirar bien a todos los sentidos para ver si vienen vehículos» y recordar ceder el paso. «O casi es mejor hacer Stop».

Los carriles del BEI atraviesan esta glorieta, pero los urbanos aún no los usan, y giran por su exterior para entrar o salir a Castillo de Fontecha. «Se debe prestar atención y mirar bien», aconsejan los chóferes. «Cuando el BEI pase por medio y funcionen los semáforos será más fácil».

El vial central del bus eléctrico aún no está abierto y los profesionales del volante esperan a ver qué impacto tendrá una vez funcione, aunque los semáforos regularán el tráfico. Con todo, recomiendan a los particulares «posicionarse bien en el carril» antes de entrar en la rotonda.