Ernesto García ha publicado 'Miradas desde el medievo', un libro de divulgación histórica que gira en torno a personajes relevantes de Álava. Igor Aizpuru

Ernesto García, autor de 'Miradas desde el medievo'

«La aristocracia se ha inventado orígenes y mitos para engrandecerse»

El historiador repasa algunas biografías de personajes alaveses. Presentará el libro el 23 de noviembre en la Fundación Sancho el Sabio

Viernes, 17 de noviembre 2023, 00:22

Ernesto García Fernández (Elvillar, 1957) pasea por el Casco Viejo de Vitoria con una capacidad asombrosa de ofrecer datos a su interlocutor acerca de la construcción de un determinado edificio, el linaje al que pertenece cada escudo en un palacio o curiosidades acerca de ... los personajes que lo habitaron en otro tiempo. Este historiador –fue director del departamento de Historia Medieval, Moderna y de América en la UPV-EHU– es el autor de 'Miradas desde el Medievo. Mujeres y hombres de Álava', un libro editado por Sans Soleilque presenta en la Fundación Sancho el Sabio el próximo 23 de noviembre (18.30). En él repasa la biografía de 30 personajes relevantes que vivieron entre el 1300 y el 1550. Desde el Canciller de Castilla hasta Marina de Otaola, una bruja de Okondo.

Publicidad

– En las cerca de 500 páginas también se desmontan algunanos apuntes biográficos falsos que dábamos por sentado. Como la idea extendida de que el médico Antonio Tornay, con una calle en Judimendi, era judío.

– Sí, las nuevas investigaciones demuestran que no es judío por diferentes razones. Una persona que fuera licenciada no podía ser judía porque no podían estudiar en la universidad en la universidad, que entonces era medieval cristiana. Antes de ser médico de Vitoria había sido médico del duque de Bretaña y del médico del Duque del Alba. Lo curioso del tema es que le ponen una calle en Vitoria con buena intención diciendo que siendo judío se quedó después de la expulsión para ayudar a la sanidad de Vitoria. Ningún judío se quedó después de la expulsión, sólo el que se convirtió. Este Antonio Tornay tenía como lengua natural era el francés y era cristiano.

– ¿Por qué a día de hoy muchos pensamos que era judio?

– Porque lo dijo un erudito en el siglo 19 y a partir de ahí se creyó que eso iba a misa sin cuestionarlo. Además se le concede una calle porque supuestamente hace mucho por Vitoria, pero hay datos que contradicen esto. Hubo un contrato que incumplió. De hecho se marcha de Vitoria porque probablemente le pagan más en otra población y todo apunta a que es Bilbao.

Publicidad

– Hay otros personajes con un peso político incuestionable como Diego Martínez de Álava.

– Es clave. Todas las biografías apuntan a que quien se relaciona con los Álava prospera. Es un personaje esencial en la construcción de la provincia de Álava y se consolida cuando se hace diputado general. Antes de ser diputado general fue escribano de las Hermandades de lo que es la provincia y luego llegó a ser diputado general. Fue el segundo diputado general de Álava. El primer diputado general fue Lope López de Ayala.

'Miradas desde el Medievo'

  • Libro 'Miradas desde el Medievo' De Ernesto García Fernández, historiador y catedrático de Historia Medieval en la Universidad del País Vasco. Divulgación. 466 páginas. A la venta por 22,33 euros.

  • Presentación En la Fundación Sancho el Sabio. 18.30 horas. Entrada libre.

– Otro que tiene ese apellido es el Pedro de Ayala, conde de Salvatierra, que se rebeló contra Carlos V y se enfrentó a Diego Martínez de Álava.

Publicidad

– (Pedro de Ayala) fue muy polifacético. Un personaje con mucho carácter que se rebeló contra su emperador. Es de los pocos miembros de la alta nobleza que lo hace. Lo hizo on el claro objetivo de hacerse con el poder en todo el País Vasco. De hecho, lo nombran capitán los comuneros en la junta de Tordesillas y le proponen ser el jefe delegado político de las zonas de Álava y gran parte de Vizcaya.

– El conde de Salvatierra, aliado de los comuneros de Castilla, trató de hacerse con el poder de Vitoria, pero fue derrotado.

– Sucede que López de Ayala rodea Vitoria con un ejército. Lleva un mando un emisario a Vitoria a negociar con la ciudad. Hay distintas opiniones acerca de lo que ocurrió, pero hubo una negociación. Asediaron a Vitoria, la rodearon, pero previamente en Vitoria los prorrealistas se habían armado.

Publicidad

– En la parte final del libro lo dedica a 'Mujeres, víctimas de un sistema social misógico'. Aparecen María Pérez de Yartua y Marina de Otaloa, de Aramaio y Okondo, acusadas de brujería.

– Fueron acusadas de ser brujas y ganaron los juicios. Existía una justicia y vencieron en estos casos. Fueron absueltas tras recurrir a los tribunales de la Real Chancillería de Valladolid. No figuran en calles, aunque lo merecían por la persecución de la que fueron objeto. Eran curanderas que se dedicaban a servir a los más débiles.

– En el libro también se menciona un personaje inventado, Don Vela.

– Fue Fernán Pérez de Ayala ( XIV), con la finalidad de realzar su linaje, afirmó que descendía de un infante de Aragón llamado Don Vela y que había ofrecido sus servicios militares a Alfonso VI. Hoy sabemos que es un personaje imaginario y totalmente inventado. Sí existió un señor de Álava llamado Vela. La aristocracia lleva sus orígenes muy lejos y los crea con ellos mitos que utilizan para engrandecerse y diferenciarse respecto a los demás. Lo hacen los señores de Vizcaya, lo hacen los Avendaño o los Ayala. Es impresionante pero el poder que tenían era tan enorme. Los Ayala, por ejemplo, llegan a decir que están vinculados a quienes construyeron la muralla de Vitoria.

Publicidad

– También trata el asesinato de Catalina Ibáñez de Marquina manos de Juan Pérez de Lequeitio, un procurador que pertenecía a la familia principal de Vitoria. No sólo llama la atención el crimen, sino también el castigo que se le impone a Pérez de Lequeitio.

– Aunque cada personaje es universal le podía haber pasado a cualquiera en otro lugar. El caso de que una mujer engaña a su marido como el caso de Juan de Lequeitio y que éste la asesine porque supone que se ha acostado con el camarero de la reina de Francia -que estaba en ese momento en Vitoria- se resuelve siguiendo las leyes de 'Las siete partidas' de Alfonso el Sabio. Apenas hay noticias de estos casos y tenemos el del procurador de Vitoria, uno de los que más mandaba en vida en ese momento porque venía de una familia de mercaderes de los más ricos. Como dicen los documentos, el castigo que se le impuso a Juan de Lequeitio por asesinar a su mujer fue que le cortaran la mano y lo metieran en un saco que luego van a cerrar junto a un mono (un 'simio' como dice el documento), un gato y un gallo y lo tiran al río más próximo, que probablemente sería el Zadorra, hasta que se ahogue. Antes de eso lo pasean por la ciudad y todo el mundo se burla de él.

Noticia Patrocinada

– Lo curioso es que si hubiera denunciado ante los tribunales de la época podían haber dictado la muerte de ella igualmente.

– Si (Juan de Lequeitio) hubiera acusado a s u mujer y al mayordomo ante el alcalde de la ciudad y hubiera aportado pruebas de su relación sexual podría haber elegido el castigo y matarlos sin ninguna penalización.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Accede todo un mes por solo 0,99€

Publicidad