Arcelor-Mittal cerrará en el primer trimestre de 2020 una planta en Salvatierra con 15 trabajadores

Malas noticias en la localidad de Salvatierra. El grupo Arcelor-Mittal cerrará en el primer trimestre de 2020 una de las dos plantas que tiene en la localidad de La Llanada alavesa y que en la actualidad da empleo a 16 trabajadores. En una reunión que la dirección de la fábrica Sapem mantuvo la semana pasada con el comité de empresa le trasladó esta decisión, «definitiva e irrevocable», según ha denunciado hoy el sindicato ELA.

Las «dificultades económicas» por las que atraviesa desde hace años la compañía, dedicada a la fabricación en acero de columnas y báculos para farolas, y la «complicada» situación del mercado -dirige su producción al sector del alumbrado- han llevado al grupo Arcelor a decidir el cierre, según portavoces de la compañía.

Sin embargo, las explicaciones no convencen a los sindicatos porque en Sapem «ahora mismo hay carga de trabajo, no ha habido problemas de impagos» y la decisión del cierre «estaba tomada, pero la empresa ha querido notificarla ahora de manera consciente, por ser las fechas que son, en Navidad y época de vacaciones».

Todavía se desconoce cuándo empezará el periodo de consultas para abordar el cierre y los despidos de los trabajadores, «pero trataremos de buscar la mejor solución -con posibles recolocaciones- y que las medidas no sean demasiado traumáticas». Aunque ELA luchará por el mantenimiento del empleo y por conseguir una salida «digna» para todos si el cierre se certifica en los próximos meses. Además, anuncia movilizaciones y pide el apoyo de la ciudadanía.

Hace ya cinco años, en estas mismas fechas de finales de diciembre previas a las navidades, Arcelor-Mittal «sorprendió» al comité, ha recordado el sindicato, con el cierre irrevocable de esta misma planta, que por entonces tenía 60 operarios. «Tras una dura huelga, un gran esfuerzo de la plantilla y unas largas negociaciones, se consiguió que la empresa no se cerrase mediante un acuedo digno», que incluyó recolocaciones en otras plantas, el mantenimiento de 19 empleos en la propia Sapem en Agurain o salidas voluntarias indemnizadas.

Ahora parece que no será posible darle la vuelta a la decisión ya tomada por la dirección, que tiene otra planta en Salvatierra a la que no afecta el cierre y que se dedica a otro mercado. Además, y según fuentes sindicales, la competencia que tiene Sapem a apenas cinco kilómetros, en Araia con la fábrica Olan -tambié trabajo productos de acero-, «está afectando de lleno».