La apertura de una decena de locales hosteleros da otro impulso al centro

La mayoría de rótulos que se encienden, casi a la par que el alumbrado navideño y a pesar de la incertidumbre por la pandemia y ahora el pasaporte covid, se centran en los pintxos, las raciones y el 'tardeo', tendencia en claro auge en el poteo de los vitorianos. En ese formato se encuadrará Destino, que empezará a funcionar en breve en el número 16 de Pío XII, a un paso del centro. El establecimiento, cuya reforma se encuentra bastante avanzada y que antes albergó el restaurante argentino Oh Malbec, será una «vinotería y birrería», resume Juan Carlos Antolín, que impulsa este nuevo proyecto junto con un grupo de hosteleros al frente de varios locales en la capital que están contribuyendo a dar un nuevo empujón a ese codiciado cuadrante urbano.

Como su descripción bien indica, en esta barra que estrenará el barrio de Desamparados predominará una selección de caldos y cervezas, que regarán una carta «sencillita pero innovadora» de picoteo «con propuestas chulas» para saciar el apetito. Un establecimiento «informal» que subirá su persiana después de las pascuas, a inicios del curso que viene, prevén sus responsables.

Antolín capitanea también el Kanijo, en Bastiturri, cuya apertura, que se hace esperar, se producirá igualmente en fechas próximas. El local tiene rematadas sus obras desde hace tiempo pero su puesta en marcha se ha postergado con el covid como telón de fondo. Será un espacio centrado «en las tapas y orientado al pescado», describe el promotor y también vicepresidente de SEA Hostelería, que no para de abrir establecimientos. El pasado verano inauguró la Kobatxa, un espacioso bar-restaurante de dos pisos que ha ampliado la oferta gastronómica de Mateo de Moraza.

Entre los emprendedores que impulsan nuevas apuestas en el mapa hostelero local se encuentra, por su parte, Pepo Pérez Rosa, que estrena Fishcotheque en el tramo de Manuel Iradier ubicado frente a Amárica. Bautizado con el título de un álbum de la banda británica de indie pop The Jazz Butcher, este local enfocará su oferta a las copas, aunque también ofrecerá pintxos y cafés. Su dueño persigue reactivar esta zona del Ensanche, donde antaño «había mucho más ambiente». Dotado con una pequeña cabina de DJ, pinchará música con videoclips en dos pantallas.Busca «recuperar el buen rollo».

Mientras, en la calle Dato el Casablanca 3 acomete una reforma integral. En San Prudencio siguen en curso los trabajos de ampliación del Down Street, que sumará oferta gastronómica. Justo al lado ha pedido licencia para ampliar el restaurante Kea, uno de los dos únicos negocios abiertos en la manzana de Urteim. Todos estos proyectos reflejan las «apuestas y ganas de trabajar del sector pese a las grandes dificultades actuales», constata Patricia García, gerente de la asociación Gasteiz On. Ve «lógico» que el centro atraiga la mayoría de iniciativas ya que los barrios están más consolidados aunque también en ellos puede haber un «goteo» de nuevos negocios. Destaca «el eje de Lovaina-Avenida-Adriano VI», con varias aperturas.

Otro de los rótulos que vuelve a iluminarse en torno al 'salón de estar' de Vitoria es el del Sokoa, clásico del poteo de Independencia que reabrirá reformado y con una lonja anexa (la del desaparecido Revistero) que ofrecerá comida asiática a domicilio. Al surtido listado de aperturas en pleno 'cogollo' de la ciudad o aledaños se añaden otras recientes, como el Kockae (reabierto en Adriano VI), el gastrobar Chapoó en el espacio que albergó el Berlín (Avenida). Antes lo hizo el asiático Udon en Fueros. El centro ya encadenó diez aperturas en verano con potentes locales como El 2 (Green Capital) o Clover Club (Olaguíbel).