Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Hay situaciones que parecen predestinadas a acabar en manos de la Síndica de Vitoria. Ya sea por el carácter enrevesado de la historia, por la sensación de desprotección con el resto del Ayuntamiento o por la simple necesidad de orientación, la defensora vecinal, Leire Zugazua, ... interviene en algunos episodios rocambolescos y dramáticos. En su informe trimestral, al que ha tenido acceso EL CORREO, figuran 35 expedientes de queja, además de la resolución de otros asuntos anteriores. El protagonismo se lo reparten las multas (lo más habitual), cuestiones de espacio público y las críticas al trato de la Policía Local, e incorpora como novedad las ayudas a la rehabilitación de Ensanche 21.
Uno de los episodios más llamativos es el de un coche que se vio 'engullido' por un aparcabicis. Un vecino dejó su coche en la calle Adriano VI, junto a varios soportes de estacionamiento de bicis, y se marchó de vacaciones a Lanzarote. En ese periodo, el Ayuntamiento aumentó el número de aparcabicis a cinco, y los colocó en un espacio muy próximo al del vehículo. En lugar de retirar el coche, este se vio de pronto atrapado en un aparcabicis. Al observar el incorrecto estacionamiento, un policía local puso una multa y la grúa remolcó el vehículo.
Noticia Relacionada
Cuando el afectado regresó de sus vacaciones, vio que su coche no estaba. En Aguirrelanda le dijeron que «lamentando mucho el error», sólo podía pagar 180 euros para llevarse el coche y solicitar después la devolución de la cantidad, algo que sucedió tras la mediación de un empleado municipal. «La maquinaria aprieta y enseguida apremia al pago, pero es muy laxa en el cumplimiento de sus deberes», lamenta el afectado. A otro vecino, mientras tanto, le giraron el impuesto de vehículos por un coche que estaba a su nombre, pero que él nunca tuvo. Al parecer, la DGT arrastraba un error en el registro.
Por otra parte, algunos vecinos de Lakuabizkarra pidieron apagar los focos de la pista de BMX porque perturbaba su sueño. El Ayuntamiento accedió, retomó la iluminación tras otra petición y, de nuevo, fijó el apagado para las 23.00 horas. Pero esta no fue la única petición relacionada con el espacio público. En la calle Paduleta, a escasos metros de la guardería a la entrada de Ariñez, se denunció la existencia de «ratas y víboras», además de un abandono de la vegetación.
Las multas cuentan con su habitual capítulo con varias entradas, como la de quien alegó que su permiso de estacionamiento se voló al cerrar la puerta del coche. En el informe también existen quejas sobre el trato de la Policía Local. Una de ellas corresponde a un acusado de darse a la fuga, aunque afirma que se detuvo para preguntar si había algún problema y un agente le respondió que no. Le fue imposible demostrarlo. Otro caso se resolvió gracias a las fotografías que tomó el vecino, que pudo probar que los policías actuaron con desproporción al exigirle la documentación.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
A la venta los vuelos de Santander a Ibiza, que aumentan este verano
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.