Archivo Municipal

Cuatro décadas de las primeras mujeres policías de Vitoria

El levantamiento de requisitos como el servicio militar posibilitó que en 1981 pudieran salir a patrullar ocho nuevas agentes de la Policía Municipal

jesús nicolás

Lunes, 1 de noviembre 2021

Los primeros días nunca son sencillos; siempre hay muchos nervios. Desde cuando marchabas del colegio al instituto hasta el primer día de trabajo. Para ocho ... alavesas el 1 de noviembre de 1981 lo fue con creces. Su primer día en la Policía Local de Vitoria no solo fue especial para ellas. Sintieron cómo la lupa de los vitorianos se puso sobre ellas. Hasta entonces nadie había conocido a mujeres con porra y pistola. Ellas fueron las primeras en enfundarse el uniforme policial en toda la historia del cuerpo municipal. Un mono que, recuerdan, ni siquiera les venía, puesto que las tallas estaban pensadas para hombres. Solo una pudo salir a patrullar en aquel estreno. Desde entonces, han sido muchos los pantalones, camisas y cazadoras que han vestido para el desempeño de su labor diaria; un trabajo con el que han ido abriendo camino a otras muchas mujeres que, como ellas, decidieron ponerse al servicio de la ciudadanía.

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Habían conseguido quedar entre las 22 mejores en una convocatoria a la que se presentaron otros 300 opositores, entre ellos 73 mujeres, y superado los seis meses de formación. La promoción de 1981 fue especial por muchos motivos. Los que se presentaron a ella pudieron hacerlo sin el requisito de sexo, altura y servicio militar para acceder a las plazas. Además de contar en sus filas con las primeras mujeres, fue una de las mejor formadas hasta entonces. Figuraban personas con grados medios universitarios y licenciaturas y otras a punto de terminar sus estudios en la universidad, como la número dos de la promoción, una estudiante de 5º de Filosofía y Letras.

En sus cerca de 40 años de servicio, estas ocho pioneras salieron a patrullar las calles desempeñando labores de seguridad ciudadana y regulación del tráfico, entre otras. También han sido muchos los cambios que han vivido, como el lugar de trabajo. Empezaron en la ya desaparecida comisaría ubicada junto a la también extinta plaza de toros. Fue a finales de 1987 cuando se trasladaron a Agirrelanda, a un nuevo edificio más moderno y funcional que pasó a acoger todos los servicios de la Dirección de Protección Ciudadana, hoy en día Departamento de Seguridad Ciudadana.

Un servicio municipal cuyo estreno coincidió con la salida de la promoción del 81. El 'Plan Curbet' unificó los servicios de Policía y Bomberos en el Departamento de Seguridad Ciudadana. Un novedoso modelo organizativo que el ejecutivo Cuerda importó de Barcelona. Todavía recuerda el entonces Concejal de Gobierno, Interior y Personal (hoy Función Pública), Miguel Ángel Echevarría, ese viaje a la ciudad condal, gobernada por el más tarde president de la Generalitat catalana, Pasqual Maragall. «Fueron muy amables. Nos prestaron a dos funcionarios, uno de ellos, Jaume Curbet». El documento que escribió supuso el inicio de la más profunda reorganización, modernización y profesionalización de la Policía Local desde sus orígenes, en la primera mitad del siglo XIX.

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Gracias a ello, las ocho primeras agentes también pudieron estrenar, junto al resto de compañeros, la Escuela de la Policía Municipal, un hito en cuanto a la preparación académica, además de ver los inicios de la Policía Local en el desarrollo de funciones de Policía Judicial, lo que supuso un nuevo avance. Un proceso que tampoco estuvo exento de obstáculos. «Tuvimos que modificar las pruebas físicas, por ejemplo, acomodando los tiempos que se requerían a mujeres y hombres en pruebas como los 100 metros lisos o el salto de longitud», recuerda Echavarría, que, aun así, asegura fueron «bien aceptados».

Años más tarde, cuatro de ellas acabarían aprobando nuevas oposiciones en el Ayuntamiento y cambiando el uniforme por otros puestos dentro de la organización municipal como las Oficinas Centrales o el Palacio Europa. La otra mitad permaneció como policías hasta su jubilación, entre 2019 y 2020, asumiendo distintas responsabilidades. Algunas de ellas pueden recordar con orgullo su participación en la puesta en marcha de servicios como el Grupo de Violencia de Género y Familiar o el Twitter de Policía Local.

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Homenaje en el Ayuntamiento

«Estas primeras mujeres policía merecen todo nuestro reconocimiento. Hace 40 años derribaron un muro muy difícil de tirar. Por eso sólo cabe agradecimiento hacia ellas por su dedicación, entrega y altruismo. Se convirtieron en una referencia para la sociedad y ahora son un ejemplo para las nuevas generaciones que prestan servicio en nuestra policía», ha asegurado la concejala de Seguridad Ciudadana, Marian Gutiérrez.

Para recordar y celebrar el 40 aniversario de la incorporación de estas ocho primeras agentes, el Ayuntamiento está preparando un acto esta semana en el que se les rendirá un pequeño homenaje por ser un referente para las mujeres y en la historia de la Policía Local.

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