Violencia machista

30 años al asesino de Lantarón por atacar a martillazos a dos mujeres en Miranda

En Miranda de Ebro bautizaron así al autor -entonces desconocido- de los ataques a dos víctimas, sin relación entre sí, a las que dejó inconscientes de «un martillazo» por la espalda y a la cabeza. Ambas sufren severas secuelas a día de hoy. En octubre del año pasado, la Audiencia de Burgos condenó por estos hechos a este extrabajador de Mercedes -allí le prendió la Policía Nacional por la muerte de su antigua pareja sentimental- a un global de treinta años de prisión.

Esas dos agresiones ocurrieron seis días antes y la misma mañana en que Agustín acabó con la vida de la madre de sus hijos, que había decidido divorciarse de él. Por ese asesinato «con alevosía y agravante de género», la Audiencia Provincial de Álava le impuso 21 años. Aquel fallo data de diciembre de 2020. Fue el primer juicio con jurado tras la pandemia en Vitoria. José Ojea, su abogado y el mismo que lleva su causa mirandesa, apeló hasta en dos ocasiones. El dictamen del Tribunal Supremo se espera para este mismo año.

La causa mirandesa revela que el crimen de Ana Belén no fue producto de una enajenación puntual. Agustín lo urdió con extrema meticulosidad. Lo remarca la resolución del alto tribunal castellano leonés.

La tarde-noche del 27 de septiembre de 2017 -seis días antes del crimen de Turiso- buscó alguna mujer sola a la que atacar para generar pánico y que los focos apuntaran en otra dirección cuando culminara su asesinato. No en vano, transportó el cuerpo de Ana Belén hasta Miranda de Ebro, a trece kilómetros del escenario del asesinato. Ella contaba 45 años y era muy conocida tanto en Lantarón como en su Vitoria natal.

Esa primera víctima de su «coartada» declaró que el golpe le destrozó el parietal. Ahora, esta mujer de 64 años lleva una placa de titanio en el cráneo, padece ataques epilépticos y serios problemas de visión. Lo peor no es eso. «Siempre que salgo a la calle voy acompañada y, si oigo pasos detrás de mi, no puedo evitar girarme», declaró en el juicio celebrado en Burgos hace ocho meses.

La segunda perjudicada, de 55 años, recibió el martillazo apenas un par de horas antes de que el ahora preso en Zaballa asesinará a su ex. En la actualidad, esta afectada anda «con muletas», tiene «problemas de concentración» y pierde «el equilibrio» con demasiada facilidad. Le concedieron la incapacidad absoluta. «Tengo miedo a pisar la calle, salgo lo justo y siempre acompañada», compartió.

Los peritos forenses que las examinaron confirmaron que los golpes recibidos «podrían haber causado el fallecimiento» de las dos mujeres. Los informes médicos ocupan varios folios.

A diferencia del juicio vivido en Vitoria -donde Agustín pidió perdón por asesinar a la madre de sus hijos-, en la vista oral celebrada en la Audiencia Provincial de Burgos aseguró estar muy lejos de los lugares donde ocurrieron los ataques. La Policía Nacional desmontó esta versión gracias al estudio del GPS de su teléfono móvil y a las grabaciones de varias cámaras de seguridad. este vitoriano visitó las mismas zonas donde actuó 'el loco del martillo' y a las mismas horas.

El asesino de Ana Belén permanece desde octubre de 2017 en la prisión alavesa de Zaballa. Allí seguirá para cumplir sus penas que suman un total de 51 años. La legislación actual marca para casos como el suyo un máximo de 20 años entre rejas. Ese teórico tope se alcanzará durante 2037.