Delito sexual en Judimendi

2 años de alejamiento y 1.500 euros de multa al octogenario que tocó los pechos a una menor en Vitoria

Pese a que el sospechoso negó la acción en el juicio desarrollado el 25 de octubre del año pasado –rechazó un acuerdo con las acusaciones de 9 meses de prisión y 3.000 euros de indemnización a cambio de confesar–, la Audiencia Provincial de Álava acaba de condenarle por un delito de «abuso sexual» a un año de cárcel –que no cumplirá al carecer de antecedentes–, dos años de alejamiento y comunicación con su víctima y una indemnización de 1.500 euros, de los cuales ya ha abonado mil.

Pudo ser peor puesto que la Fiscalía de Álava, a cargo de Josu Izaguirre, y la acusación particular, el letrado vitoriano Óscar De la Fuente, pidieron un castigo de 6 años de prisión para este octogenario –que sólo admitió haber intentado ayudar a una mujer que pensaba «que se iba a caer», a la que sólo pretendió «ayudarla». Alegó que precisa de bastón para caminar, además de «carecer de deseo sexual» por una operación de cáncer «a la que se sometió en 2003», como recuerda el fallo de la magistrada Ana Zulueta, ratificado por sus compañeros Jesús Poncela y Elena Cabero.

Los hechos bajo la lupa judicial ocurrieron 26 de julio de 2021. La familia de la menor interpuso una denuncia en la Policía Local sin saber quién era el atacante misterioso. Una vecina que leyó la noticia en EL CORREO dio la clave. Ella vio desde la acera de enfrente toda la escena y marcó al sospechoso, vecino del barrio. Su llamada al 092 resultó clave para esclarecer el caso.

La víctima, por su parte, declaró en la vista oral cómo paró para atarse un cordón del zapato. Sin previo aviso, este octogenario le sujetó y amedrentó verbalmente. La escena duró «entre tres y cinco minutos». Dos años y medio después, aquel incidente aún le ronda. Presenta «dificultades» para relacionarse con chicos.

El dictamen, al que ha tenido acceso este periódico, da total validez a las declaraciones de la menor y de la vecina. El tribunal ve «una evidente acción lúbrica» a cargo del encausado, al tiempo que remacha que es «evidente la falta de consentimiento de la víctima».

No obstante, impone la pena menos lesiva porque «resulta desproporcionado e injusto que por sujetar a una menor por el brazo para efectuar un tocamiento se castigue con 5 años de privación de libertad, como mínimo». El fallo, que puede recurrirse, estima que «esa sujeción con fuerza no puede calificarse como violencia, sino como una maniobra instrumental» para abusar de la joven.