Amurrio aborda la separación de redes de saneamiento en Aldaiturriaga y Kaltzadako

Además, el Ayuntamiento debe reportar cada poco tiempo el análisis de los vertidos municipales a la Agencia Vasca del Agua, que impone sanciones en el caso de incumplimiento. Por eso, Amurrio se propone abordar obras en las redes de los polígonos industriales de Aldaiturriaga y Kalzadako. Ambos tienen tuberías unitarias por las que discurren juntas aguas residuales y pluviales que deben separarse para evitar vertidos al río. La inversión prevista asciende a 338.000 euros.

Al polígono de Saratxo-Kaltzadako se destinará la mayor parte de esa cantidad, 237.487. La obra, de siete meses de duración, debe realizarse para que Arabako Industrialdea, que es la propietaria del polígono, lo ceda al Ayuntamiento. Antes, la zona industrial ha de obtener la autorización de vertido de los 536 metros cúbicos que genera al año.

En la actualidad, el lugar dispone de una red de saneamiento unitaria y de dos pozos sépticos que filtran el agua antes de verterla, además de tres aliviaderos que recogen la de lluvia cuando cae en abundancia y la envían directamente al río. El proyecto contempla la creación de redes separadas que «eviten en la medida de lo posible que sean los propietarios de los pabellones los que deban hacer frente a los costes de la división de las aguas».

La zona ya cuenta con colectores que se van a dedicar en exclusiva a aguas residuales o pluviales en función de las necesidades, aunque el proyecto no descarta «construir otros nuevos para completar la red separativa». La reforma también incluye la anulación de uno de los pozos sépticos actuales.

En Aldaiturriaga, el proyecto persigue «suprimir los vertidos actuales de aguas residuales a la cuneta de la plataforma del ferrocarril, separándolos de las pluviales en lo posible, y transportándolos a un colector actual». En la obra se van a invertir algo más de 100.000 euros.

El trabajo «prolongará el colector de residuales existente en el vial central del polígono de Aldaiturriaga hasta el comienzo del colector de residuales de la calle Adarraga, que forma parte de una red que vierte al Nervión unos 50 metros aguas arriba del puente de la calle Landako».

La obra proyecta cinco colectores. Tres serán de aguas residuales y dos de pluviales. Sin embargo, el proyecto ya contempla que el colector que discurre paralelo a la vía ferroviaria siga llevando aguas mezcladas porque «no es seguro que se le puedan quitar las pluviales de la cubierta de la mitad sur del pabellón de Bridgestone, porque podría ser que se mezclaran con las residuales en el interior del pabellón», sostienen los técnicos.