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El hotel Amárica cambia de manos y también lo hará de nombre. Se llamará Hotel Hito y reabrirá con doce habitaciones bajo la gestión del mismo grupo empresarial que está al frente de los apartamentos Irenaz y Diván, ambos en el barrio de Lakua. « ... Me gusta jugar con las palabras. Se trata de un hotel pequeño, familiar, muy de ciudad», y de ahí la denominación de Hotel Hito, justifica Iván Saldaña, el empresario. Hace ya un par de meses que comenzaron los trabajos para «redecorar» un establecimiento que lleva en la calle Florida «más de 25 años».
De la mano de este profesional que ya gestiona casi un centenar de apartamentos -con capacidad en total para 400 personas- en las calles Hondarribia y Duque de Wellington, el céntrico hotel está renovando el mobiliario y los sanitarios además de sus paredes, suelos y techos. La tecnología tendrá también importancia «con televisores de última tecnología, una red wifi potente y un sistema automatizado para poder acceder a las habitaciones», explica Saldaña. Como sucede en Irenaz y Diván, añade, «los clientes recibirán, además de la llave, un código numérico para entrar al hotel» cuando la recepción no esté operativa. «Eso les permite también mayor libertad».
Al empresario le gustaría llegar a tiempo para reabrir el Hotel Hito -que seguirá siendo de una estrella- dentro de un mes, de cara a la Final Four que se celebra en Vitoria del 17 al 19 de mayo. «Va a ser algo extraordinario. Yo siempre he creído en el potencial turístico de esta ciudad», señala. Con el establecimiento de la calle Florida pretende complementar el servicio que ahora ofrece con los apartamentos. «Tengo clientes con los que llevo años trabajando y a veces prefieren alojarse en el centro. Ahora podré darles esa oportunidad», sostiene.
Y a pie de calle, en la planta baja del Hotel Hito, este empresario abrirá el Local Hito, donde antes había un centro de estética, masaje y belleza. «Mi idea es colocar 60 taquillas de consigna, todas ellas provistas de cargador para móvil, y que las puedan utilizar los clientes del hotel pero también los turistas o estudiantes que llegan a la estación de Renfe, o incluso vitorianos para guardar sus bolsas cuando hacen la compra», explica.
Y en ese pequeño local -donde también juega con el diminutivo en el nombre-, que en horario de comercio lo atenderá una persona y ofrecerá los servicios de Irenaz y Diván, habrá dos salas de reuniones «para alquilarlas a clientes o empresarios que vienen de fuera y buscan un lugar para trabajar unas horas o unos días».
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