Los alquileres temporales se disparan en Vitoria para esquivar la Ley de Vivienda

La alta demanda y la escasísima oferta de vivienda en alquiler en la capital alavesa lleva años tensionando el mercado, con precios disparados hasta tal punto que resulta prácticamente imposible encontrar arrendamientos por debajo de los 700 euros. Y según Ramón Sánchez de Valluerca, presidente del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (APIs) de Álava, la Ley de Vivienda que entró en vigor el pasado mes de mayo no ha mejorado la situación. Más bien todo lo contrario. Ha tenido un efecto perverso «el que tiene un piso s evita alquilar a familias y prefiere arrendamientos temporales a estudiantes o profesionales por periodos cortos», certifica.

El alquiler para vivienda habitual es objeto de especial protección por la nueva regulación. Estos contratos prorrogables hasta cinco años y los honorarios de la agencia los abona el propietario, algo que, en la práctica, «y a diferencia del resto de España, las inmobiliarias de Vitoria han hecho siempre». En el caso de la capital alavesa, la clave está en que la nueva ley establece medidas sociales como el concepto de vulnerabilidad, que dificulta la resolución del contrato en caso de impago cuando hay niños de por medio. Esto no se aplica en los contratos inferiores a once meses de duración, por ejemplo los que se firman con estudiantes.

«Lo que está ocurriendo aquí es que, ante esta situación de incertidumbre total que ha generado esta ley, muchos pequeños propietarios, que en Vitoria son la inmensa mayoría, –subraya Sánchez de Valluerca– prefieren no sacar la vivienda al mercado o alquilarla a estudiantes para evitarse posibles problemas», insiste el presidente las inmobiliarias alavesas.

En otras palabras, una norma que tenía como objetivo que la vivienda cumpla con una función social más allá de afanes puramente mercantilistas y especulativos, está asustando a los dueños de las viviendas, que para evitarse complicaciones están optando por los alquileres temporales, que no están sujetos a la nueva ley sino a la de arrendamientos urbanos. Eso sí, hay que justificar que se trata de alquileres realmente temporales: o bien porque son para un curso lectivo, o bien por un desplazamiento laboral de tiempo limitado.

Los Agentes de la Propiedad niegan que exista picaresca a la hora de hacer pasar por contratos temporales los que son de vivienda habitual. «A ningún propietario le interesa correr en ese juego», aseguran. «La demanda es tal que puede cribar el perfil que le interesa que no es otro que el que menos riesgo y menos complicaciones le va a suponer», remacha Sánchez de Valluerca.