Los mejillones cebra gustan de fijarse sobre la concha de otros moluscos. A. V. A.

La almeja de agua dulce alavesa, aplastada por el peso de los invasores

El 93% de los ejemplares de náyade, sobre cuyas conchas se fijan por miles los mejillones cebra, han desaparecido

H. Rodríguez

Domingo, 24 de septiembre 2023, 00:23

Hubo un tiempo en el que las cuencas fluviales vascas eran el hogar de varias especies de moluscos bivalvos autóctonos. Conocidas como almejas de río o con el poético nombre de náyades, eran especialmente abundantes en Álava. La acción humana hizo que poco a poco ... fueran desapareciendo de los ríos hasta quedar recluidas en los pantanos.

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Entre ellas destaca la variedad anodonta anatina, catalogada hace pocos años como especie 'De Interés Especial' en Euskadi. Los embalses de Ullibarri-Ganboa y Urrunaga concentran más de un 90% de los ejemplares que se conocen en todo el País Vasco. Y en ese porcentaje cada vez hay menos individuos ya que desde 2012 hasta la actualidad se han perdido el 93% de los ejemplares, según datos de URA.

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La situación es muy preocupante en la cola del río Zadorra, donde las tres poblaciones allí ubicadas han perdido más del 95% de sus efectivos. Los técnicos de URA hablan de desaparición «inminente». Un desastre que ya ha ocurrido en tres colonias de anodonta anatina de Urrunaga, donde aún resisten dos grupúsculos.

Traslado a zonas libres

Detrás de estas dramáticas cifras está el mejillón cebra y su extraña preferencia por asentarse encima de estas almejas. Y nada de uno o dos por náyade. No. Se han llegado a contar hasta 1.717 individuos sobre una sola náyade, que ve como le es imposible abrirse o desplazarse con semejante peso encima. Resultado: acaban ahogadas en el fondo del lecho fluvial, o churruscadas al sol cuando baja el nivel del agua mientras sus 'parasitos' aguantan sin demasiados problemas.

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En un intento de paliar esta situación URA ha puesto en marcha varias medidas. Entre ellas destaca el traslado de larvas y ejemplares de almejas de agua dulce a zonas a las que no ha llegado el 'invasor'. Es lo que se hizo con una población pequeña de Urrunaga de donde ser recogieron todos los ejemplares que se encontraron recolocaron en una zona del Zadorra libre de mejillón cebra. El tiempo dirá si las pequeñas náyades resisten.

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