En Vitoria

Alerta en la base de Araca al detectar un dron desconocido sobre sus instalaciones militares

El dron sobrevoló buena parte de la treintena de edificios y barracones desperdigados en la loma sobre la que se levanta esta base, donde conviven alrededor de 360 efectivos adscritos al Ejército de Tierra. Apareció «en dos ocasiones», por lo que desde la base militar alertaron a la Ertzaintza para que localizara al piloto. Se cree que pudo manejar el vuelo «desde los alrededores de Gamarra o Abetxuko».

El vuelo de drones en esta parte de Álava está totalmente restringido. Porque se trata de una instalación militar y por la cercanía del aeropuerto de Foronda, cuyas rutas de aterrizaje y despegue vetan la circulación de estas pequeñas aeronaves teledirigidas en un perímetro de quince kilómetros. «Unido a que nos encontramos en alerta 4 por la amenaza terrorista», insisten los medios militares consultados por este periódico.

Con estos condicionantes se produjo la alerta militar a la Ertzaintza. Al parecer, las dotaciones policiales desplegadas no pudieron dar con el piloto. Aparte de su identidad, se desconoce su motivación para realizar estas maniobras.

Volar un dron sobre una base militar o un aeropuerto se penaliza con gravosas multas económicas. La Agencia Estatal de Seguridad Aérea (cuyo acrónimo es AESA) castiga con severidad esta clase de vuelos irregulares, aunque se trate de un piloto «particular sin conocimientos aeronáuticos» desconocedor de su infracción, como podría ser esta situación.

Ese supuesto tiene tres niveles de multas. Las leves, como sería ésta del viernes, van de los 60 a los 45.000 euros. Las graves (aquellas que causan daños o accidentes) incluyen un abanico de 45.001 a 90.000 euros. Y las muy graves (con muertos), hasta 225.000 euros.