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Lo anunció ayer la alcaldesa en rueda de prensa y un par de horas después la orden llegó a los mandos de la Policía Local: aumentar la presión sobre los okupas de Coronación, cuya actividad delictiva ha provocado una fractura social en el barrio. Así, ... desde este mismo fin de semana se notará una mayor presencia de coches patrulla, también efectivos de paisano, con la misión de mitigar la creciente sensación de inseguridad provocada por los moradores de dos lonjas okupadas –en las calles Bruno Villarreal y Cruz Blanca– y que los vecinos legales llevan meses denunciando.
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Este refuerzo se sumará al que realiza la Ertzaintza desde hace más de una semana. Y se produce después de que el jueves un operativo conjunto de la Policía Nacional y la Policía Local contra la inmigración irregular se saldará con dos detenidos entre ambos locales.
«La presión policial es constante y va a aumentar. Que tengan muy claro estas personas que nos van a tener enfrente», aseguró tajante Maider Etxebarria después de que el martes el concejal de Seguridad Iñaki Gurtubai ya se reuniera con los vecinos del barrio. Esta promesa de la regidora socialista llega en un momento de crispación y hartazgo por buena parte de los residentes. Denuncian «robos, amenazas, peleas, trapicheo de drogas y acoso a mujeres». Hace tres semanas que se manifiestan para pedir más seguridad. Comerciantes y hosteleros también apuntan situaciones similares.
«Estamos actuando en Coronación y vamos a seguir haciéndolo. No queremos delincuencia allí ni en ningún otro barrio de Vitoria y seguiremos trabajando para ello», incidió Etxebarria. En Aldabe, por ejemplo, el GPA –una unidad especializada de la Guardia urbana– sí realiza vigilancias preventivas cada tarde contra el menudeo y las peleas en este punto de la almendra medieval.
Respecto a Coronación, la asociación vecinal Errota Zaharra se ha desmarcado de las marchas ciudadanas, que se desarrollan las tardes de los martes, y ha pedido poner el foco en una solución transversal a la okupación. Esa fractura también se ha vivido en esas manifestaciones. Esta semana, los participantes fueron recibidos con gritos de 'racistas' en su recorrido por el barrio, produciéndose momentos de tensión.
Aún restan meses para un desalojo judicial en alguna de estas ubicaciones. La propietaria legal de la lonja de Bruno Villarreal presentó hace semanas una denuncia ante la Guardia Civil. Sobre la de la calle Cruz Blanca, Etxebarria anunció que los propietarios también han iniciado los trámites.
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