La vacuna anima a los alaveses a planear ya sus vacaciones de verano

La clientela ha decidido adelantarse a esa apertura de fronteras y «con dudas», eso sí, ha empezado a organizar su veraneo. Un momento que más de uno aguarda desde 2019. «Se nota que ya se plantean alguna salida pero vienen sobre todo con preguntas, cuesta todavía un poco que se animen a reservar», reconoce Zoraida González desde el local que ocupa Viajes Eroski en El Boulevard. Hay «miedo» a que el coronavirus dinamite los planes y el turista «no quiere riesgos». «Lo primero que mira ahora es la opción de cancelar sin gastos. Los hoteles están dando facilidades en ese sentido y nosotros también les intentamos tranquilizar», cuenta Cristina Salazar, que atiende en la oficina de Halcón Viajes situada en la plaza General Loma, la única que la firma tiene actualmente abierta en Vitoria.

Allí, en treinta años de trabajo, ha visto sufrir a la movilidad por «la guerra del Golfo, la huelga de controladores, le erupción de un volcán en Islandia... pero nunca nada como esto». Y, a estas alturas ya de pandemia, los alaveses están «necesitados de un cambio de aires», agrega González. En Semana Santa sólo podrán hacerlo dentro de Euskadi, en San Prudencio tal vez esté el territorio de nuevo confinado... pero el verano, con la promesa de que el 70% de la población estará vacunada, se asoma con otra ilusión. La prueba es que, en el portal online Central de reservas, las búsquedas para el descanso estival han aumentado en marzo un 37%. Ese horizonte, dicen en Viajes Eroski, «nos hace mirar hacia adelante». Pero no muy lejos. «La gente es reacia a salir de España», percibe Salazar.

Quienes han comenzado ya a planificar sus próximas vacaciones huyen de cruceros o circuitos por Europa y buscan destinos nacionales, en especial, las islas. «Nos están pidiendo lo mismo que el año pasado», apunta Rubén Hernández, de Viajes Araba, que cree que hoy «el único que da seguridad es Canarias». Andalucía o la costa mediterránea, con clásicos como Benidorm, se mantienen también entre los favoritos. El objetivo es «asegurarse el buen tiempo», comentan en Halcón Viajes, sin ocultar su temor a un nuevo parón por la llegada de una cuarta ola. En Cádiz, uno de los rincones que garantiza ese chute de vitamina D, esperan ya a los alaveses. José Manuel Román, diputado de Turismo en la provincia, destaca «la conexión» con Euskadi desde los setenta y espera que el próximo verano se comporte aún mejor que el anterior, cuando rondó el 70% de ocupación. «Somos un territorio ideal para sentirse seguro, de espacios abiertos, y sin ese turismo de masas», retrata, consciente del extra de confianza que exigen los viajeros en plena pandemia.

El temor al contagio está detrás del 'boom' de las autocaravanas y, detectan en Central de reservas, de espacios «alternativos» como los campings. Pero en las agencias no creen que exista «miedo a los hoteles». «La gente que salió el año pasado ya vio que cumplían todas las normas», señalan desde Viajes Eroski. En Salou, con algo más de 57.000 plazas entre todos los tipos de alojamientos, manejan «unas previsiones prudentemente mejores» para el próximo verano respecto a 2020. Marc Espasa, gerente del Patronato de Turismo en la localidad catalana, uno de los destinos habituales de los alaveses, ve «indicios» para el optimismo y sabe que «la vacuna será determinante» para el sector, que intuye mucha demanda de «última hora». «El turista buscará un entorno confortable y que le transmita confianza».