Alavés del Mes

Montero, pasión contagiosa por el género fantástico desde Vitoria

EL CORREO distingue a Montero como 'agitador' cultural e impulsor de una cita que se celebró por primera vez a principios de noviembre. Y ya está pensando en el programa para el año que viene. Para entonces, este profesor atípico de Filología Inglesa confía en «al menos» doblar la cifra de asistentes, tras el «positivo» balance del estreno. «El mejor sabor de boca que me deja Tartalo ha sido estar arropado por casi todos los gestores culturales y agentes de la ciudad», comenta Montero, que hace extensible este premio tanto al amplio equipo que le ha rodeado en la organización de la cita como a los colaboradores. La lista es larga, tanto que casi no cabría en esta página. «Han sido muchos y corro el riesgo de dejarme alguno», indica tras repasar esos nombres que le han acompañado en esta aventura entre los que se incluyen el cineasta Paul Urkijo y el escritor Bernardo Atxaga, quienes se encargaron de la apertura y de la gala de clausura respectivamente.

Sirven esos dos ejemplos como muestra de la amplia paleta de géneros, disciplinas y formatos que tienen cabida en Tartalo. La mitología que planea por la filmografía del realizador vitoriano o el mundo de 'Obabakoak', obra más conocida de Atxaga, son algunos de los territorios bajo el paraguas de un llamativo programa donde reinan los guiños a 'Harry Potter', 'El Señor de los Anillos' o 'Drácula'.

Impulsar un festival no ha supuesto un salto al vacío para Montero. Ya contaba con experiencia en el campo de la gestión como responsable del programa cultural universitario del campus de Álava. De trato cercano, Montero no cumple con el estereotipo de un profesor subido al encerado, que se limita a impartir clases magistrales, sino que motiva al alumnado para que presenten proyectos creativos que se alejen de lo puramente teórico, aunque estén conectados a ello.

Como curiosidad, Montero cuenta que aprendió de la gestión de equipos y coordinación de actividades desarrollando una labor como entrenador de fútbol del equipo de su barrio, San Martín, «de los 17 a los 27 años». A ello se le suma que antes montó una empresa de cursos de idiomas para niños, en la que se encargó del programa formativo y lúdico junto a su mujer. «Preparar todo eso sí que era duro. Tartalo es fácil si se compara», dice medio en broma este apasionado por el género fantástico.

Antes de que el festival diera el pistoletazo de salida había impulsado un congreso académico llamado 'Myth in the arts', en el que participan investigadores de todo el mundo. Autor de numerosos libros, tanto académicos como creativos, ha conseguido hacer despegar un festival sin grandes recursos económicos. También sin límites, ya que confía en que se convierta en una «referencia» internacional en un plazo de cinco años.