Álava se resiste al primer chapuzón

Sólo unos pequeños valientes se han aventurado a chapotear en la orilla del arenal. Aya, Yasmina y Yihad han ido a pasar el día con sus padres, aunque, por la temperatura que hacía, sin traje de baño. Eso sí, según han llegado, no han dudado en remangarse el pantalón hasta las rodillas y meter los pies a remojo. «No hace mucho calor, pero nos encanta el agua y no podíamos venir aquí y no tocarla», ha señalado la pequeña Aya. ¿Está fría? «Un poco, pero cuando ya estás dentro te acostumbras», han afirmado los tres niños mientras jugaban a mojarse entre ellos.

El resto ha decidido quedarse en la orilla. Porque aunque la temperatura no invita a entrar en el agua, es ideal para dar un paseo y hacer un picnic al aire libre. Es el caso de una de las familias vitorianas que se dejaron ver por ahí. Arkaitz Castellanos junto a su mujer Maitane Rodríguez y sus dos hijos Sienna y Axel iban con bolso en mano en busca del sitio en el que instalarse. Tampoco lo tenían complicado, ya que disponían casi de la totalidad de las hectáreas que tiene Garaio. «Hemos visto que iba a hacer bueno para salir a dar un paseo y hemos aprovechado para escapar de la ciudad y hacer un pequeño picnic al aire libre», ha señalado Arkaitz Castellanos.

No muy lejos de ellos se encuentran Esperanza García, Fernando Armentia, María Cruz Arregi y José Borbolla que también han decidido aprovechar el clima templado para sacar sus atuendos deportivos y respirar aire fresco. «En Álava para pillar días con calor es complicado, hay que contarlos», ha señalado Esperanza García y el grupo asentía porque al llevar toda su vida aquí conocen perfectamente el clima. «Antes de planear el día, sabíamos que no iba a hacer muy bueno, así que como no podíamos darnos un chapuzón hemos decidido pegarnos una caminata», ha explicado su compañera María Cruz Arregi.

Por el embalse de Garaio también se han dejado ver algunos bilbaínos. Aratxu Díaz, su marido Lander Cuenca y su hijo Markel han visitado por vez primera el lugar. «Conocíamos el sitio de oídas, pero nunca habíamos venido. Hemos quedado con unos amigos de aquí y hemos aprovechado para verlo», ha detallado Lander Cuenca.

En su caso, lejos de acercarse a la orilla, han decidido sacar las bicicletas y pedalear por la zona verde del pantano. Aunque «tal y como lo vemos, tenemos claro que volveremos otro día en el que las temperaturas sean más agradables para meterse al agua», ha afirmado su pareja.

Con todo, la jornada se resumió en paseos y pequeños picnics al aire libre. Para los socorristas, que han comenzado a trabajar hoy con el arranque de la temporada de baño, el día se resumió en tareas de mantenimiento. Arkaitz Cantero, que estaba retirando algunas algas de la orilla junto a sus compañeros, ha afirnado que «tanto el día como el mes iban a ser tranquilos. El embalse no empieza a llenarse hasta julio y agosto, que es cuando los niños están de vacaciones». Además, ahora «el agua está fría, nosotros nos hemos metido, porque tenemos que hacerlo, pero sino, no está muy apetecible», ha recalcado.

Para el día de mañana se espera que las temperaturas alcance, por lo menos los 27 grados con un pronóstico en el que el sol predominará a lo largo de la jornada con un cielo prácticamente despejado. Con estas previsiones a la vista, será más apetecible acercarse a los embalses, no sólo a dar paseos sino también a refrescarse en el agua.

Arkaitz lleva alrededor de cinco años vigilando el arenal de Garaio y ha visto casi de todo en cuanto a imprudencias y peligros, pero lo que más señala es la presencia de algas. Aún recuerda al joven que se ahogó al enredarse entre estos vegetales el pasado año y por eso los socorristas insisten en la importancia de «ser prudentes y no confiarse demasiado», porque, han afirmado, «hay gente que aún sabiendo que en una determinada zona hay muchas, se acerca para merodear, sin tener el cuenta lo peligroso que es».

De hecho, cuando se izó la bandera el pasado viernes, la diputada de Sostenibilidad, Agricultura y Medio Natural, Amaia Barredo, hizo un especial hincapié en la seguridad a la hora de frecuentar tanto el embalse de Garaio como el de Landa. «Nosotros tenemos que ofrecer a toda la población y a los ciudadanos esa seguridad para que puedan disfrutar este espacio, pero también hago un llamamiento a que todos respetemos las limitaciones y las reglas que se establezcan por el bien común».