La calidad del Medio Ambiente depende en gran medida del control de las emisiones de carbono. Para avanzar en esa línea, varias zonas degradadas de Azaceta, Turiso, Orbiso, Peñacerrada, Espejo, Murga, Zalduondo y Asparrena se someterán a una recuperación vegetal. En total, serán cuatro hectáreas ... las que se van a restaurar. Se trata de zonas con «presencia de rellenos incontrolados y vertido de residuos, que han provocado una degradación del entorno natural», señala el departamento foral de Medio Ambiente que dirige Amaia Barredo. En todas estas áreas, la degradación ambiental ha supuesto la «desaparición de la vegetación y existe un grave riesgo de erosión», ilustra la dirigente jeltzale. El método elegido para su recuperación es reponer especies arbóreas y arbustivas autóctonas para favorecer la regeneración del bosque natural.
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La medida forma parte de la estrategia de eliminación de escombreras y de restauración de áreas con condiciones ambientales deficientes.
La recuperación de estos espacios «compensa las emisiones de gases de efecto invernadero», señaló ayer la diputada foral y se atiende así a uno de los objetivos de la Estrategia Klima Araba 2050, que tiene como objetivo la lucha contra el cambio climático. «El aumento de las existencias de carbono en biomasa forestal y suelo conlleva otros efectos beneficiosos, como una gestión forestal sostenible, con la consiguiente mejora de la calidad de las aguas y los suelos y, en general, del medio natural, de manera que constituyen acciones de adaptación al cambio climático» ha concluido Barredo.
El presupuesto de esta actuación asciende a casi 60.000 euros y es un proyecto cofinanciado al 40% por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional FEDER.
La estrategia foral para crear nuevos sumideros de carbono y recuperar antiguas escombreras ha tenido un impacto significativo en localidades como Labastida, donde en 2021 se recuperó el recodo de Andaverde, que durante años fue un vertedero ilegal de escombros y un año después, ya se localizaron ejemplares de visón europeo en la zona.
Hace dos años, en el Valle de Arana las localidades de Contrasta, Ullíbarri-Arana, Alda y San Vicente de Arana vieron desaparecer sus vertederos ilegales, que habían acogido residuos durante años y se sustituyeron por 1.450 árboles, entre los que había encinas y quejigos y arbustos como espinos albares, endrinos y perales silvestres. En los últimos años, las escombreras ilegales se han reducido significativamente.
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