Un buitre, varios milanos reales y una corneja muertos «por envenenamiento»; además del cebo localizado en Arrazua Ubarrundia. E. C.

Álava reclama contundencia contra el autor del envenenamiento de animales en Arrazua-Ubarrundia

Zorros y perros domésticos se suman a la lista de víctimas por esta «actuación personal» que investiga la Fiscalía de Medio Ambiente

Lunes, 22 de junio 2020, 13:19

La Fiscalía de Medio Ambiente de Álava trabaja en la elaboración de un «expediente contundente» para impulsar una acusación «suficientemente importante» contra quienes se han dedicado en los últimos meses a colocar cebos envenenados para animales en el área localizada entre Vitoria y Arrazua- ... Ubarrundia, y que haga reflexionar a gente que en el futuro quiera cometer estas atrocidades. Así lo desveló este lunes el diputado foral Josean Galera, parte activa en este caso, que achacó estos hechos concretos a una «actitud personal», y no organizada, que ha provocado la muerte de multitud de aves –algunas de especies protegidas– incluidas carroñeras que se han infectado a través de la cadena trófica y animales domésticos como perros. Todo esto se catalogará como un delito ecológico. «Esto ni puede ni debe salirle barato», subrayó.

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«Desde los últimos días de marzo y a lo largo de las tres primeras semanas de abril, los guardas de monte de la Diputación detectaron la presencia de cebos envenenados y animales muertos o moribundos en Arroyabe, Ullibarri Arrazua, Nanclares de Gamboa, Azua y Urizar», explicó Galera sobre una operación realizada junto a la Policía Local de Vitoria y agentes de la Ertzaintza en plena fase de confinamiento como consecuencia de la pandemia. Milanos reales, un buitre leonado, alimoches, perros, zorros y cornejas que fueron trasladados inicialmente al centro de recuperación animal de Martioda para su necropsia y sus muestras al Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos dependiente del CSIC, en Ciudad Real.

El diputado fue parco en detalles por tratarse de un asunto que está en fase de investigación y dijo que «todos los indicios indican a la presencia de una determinada sustancia activa cuya comercialización a fecha de hoy no está permitida». Una de las hipótesis es que sea un plaguicida del estilo de Aldicarb, cuyo uso está actualmente restringido.

«El Departamento tiene un montón de información que me van a permitir que no la exponga en público porque este caso está en Fiscalía y son ellos quienes lo están instruyendo. Yo podría detallarles un montón de información de fechas, lugares, animales encontrados, evidencias, muestras... Un montón de cuestiones con todo lujo de detalles de las que se ha percatado la Diputación durante las últimas semanas, pero está en manos del Ministerio Público», alegó en una respuesta en comisión a Elkarrekin Araba.

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Sin querer entrar en detalles, Galera mostró su absoluto rechazo ante esta situación. «Aquí se presume un acto de mala fe y no un accidente, como puede suceder en otras circunstancias. Aquí se percibe alevosía con alguien que va colocando cebos en un lado y otro», incidió Galera.

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