Álava quiere dar solución en un año a varias de sus carreteras más conflictivas

Está previsto intervenir en los tramos urbanos de Baranbio y Delika (municipio de Amurrio), Gazeta (Elburgo), Anda (Kuartango), Uribarri (Peñacerrada) y Berrikano (Zigoitia). Los técnicos del Departamento foral de Movilidad Sostenible e Infraestructuras Viarias, que dirige el socialista Jon Nogales, decidirán qué medida concreta corresponde en cada caso. Entre las actuaciones previstas se incluye la colocación de bandas transversales para moderar la velocidad, radares informativos o simplemente mejorar las indicaciones.

También se reforzará la señalización en el entorno del cruce de la carretera A-132 (que baja desde Azáceta hasta Vitoria) con el vial que da acceso a la localidad de Trocóniz, que forma parte del ayuntamiento de Iruraiz Gauna. En el entorno del polígono industrial de Casablanca también se mejorará la seguridad vial para asegurar la condición a los trabajadores de Laguardia.

Todas estas últimas actuaciones llegan a raíz de informes elaborados por los técnicos forales, pero la Diputación pretende profundizar en la materia a través de un estudio sobre los tramos de concentración de accidentes (TCA) que acaba de contratar. No se pueden denominar 'puntos negros', ya que no existe una zona donde continuamente haya siniestros. Esto supondrá un análisis de lo que ha sucedido en las carreteras entre 2019 y 2023 para tratar de identificar posibles patrones y, a partir de ahí, saber cómo mejorar la seguridad de los automovilistas.

A partir de un anterior estudio, en los últimos meses se han ejecutado actuaciones en tres puntos concretos de la A-624 (que va desde Zuia hasta Balmaseda), dos tramos de la A-132 (Vitoria-Montaña), la A-124 (que une Rioja Alavesa con Logroño) y la A-3002 (que sirve para llegar hasta Landa).

Entre las intervenciones previstas, se incluye la colocación de señales específicas en tramos de elevada accidentalidad con especies cinegéticas como la N-622, la A-124, la A-2521 o la A-3630. Además, se realizarán tratamientos en trece puntos de la red foral con productos repelentes como orina de lobo y atrayentes de fauna para tratar de encauzarles hacia cruces seguros, en su mayoría por debajo de la carretera. Cerca del Eroski de Rivabellosa, se prevé la instalación de un nuevo cierre para evitar la invasión de la A-1 por parte de especies animales silvestres.

«Estas intervenciones, que se enmarcan en el programa de seguridad vial, son fruto del trabajo de los técnicos forales en colaboración con las entidades locales, peticiones ciudadanas e informes específicos para conocer las zonas de conflictividad de la red de carreteras de la Diputación», apunta Jon Nogales. «Invertir en prevención y en la mejora de las medidas de seguridad vial significa invertir en la reducción de accidentes y en la vida de las personas que utilizan a diario las carreteras alavesas», subraya el diputado.

En estos momentos, la Diputación mantiene abiertos proyectos de mucha mayor envergadura en la conexión entre Maeztu y Leorza, la nueva variante de Legutio para evitar que el tráfico pesado atraviese su casco urbano y la A-3302 entre el cruce de acceso a Estarrona y la intersección con la carretera A-3606.