«Álava no se puede convertir en el almacén logístico de Euskadi, necesita captar industria»

- ¿Cree que lo peor ha pasado o aún deben prepararse para escenarios más críticos?

- Las empresas han demostrado una capacidad camaleónica de adaptación. Hay que agradecerles su compromiso con el empleo y la inversión. La sociedad debería aplaudir a ese bien que tenemos en Álava de 9.385 empresas, pero también a las 312 que hemos perdido en la crisis.

- ¿Y cuántos empleos se han destruido?

- La situación mejor que tuvimos fueron 161.808 cotizantes a la Seguridad Social entre autónomos y trabajadores por cuenta ajena. Ahora estamos en 157.894. Son 4.000 menos. Es mucho.

- Ahora aparecen nuevos problemas como la falta de suministros, el encarecimiento de materias primas o problemas de transporte. ¿Cómo están afectando a Álava? ¿A qué sectores?

- El impacto es grande porque somos la provincia más industrial de España. Vemos subidas del 70% en las materias primas de una semana a otra y así es imposible hacer una previsión, falta producto terminado y traer un contenedor de China cuesta ahora 8.000 dólares, cuatro veces más que hace unos meses. Esto afecta a la industria pero también a la construcción... A todos.

- Los EREs en Tubacex, Aernnova o Alestis que han causado decenas de despidos, ¿eran la única salida que les quedaba a estas compañías para sobrevivir?

- A las empresas no nos gusta despedir, no tenemos esa vocación. Si han tomado esa decisión, habrá sido dolorosa y de alto coste económico y social. Y la dificultad de la negociación con la parte social también habrá llevado a esa situación.

- ¿Responsabiliza a los sindicatos?

- Lo que quiero decir es que las grandes compañías que tenemos en Álava compiten en el mundo, no son islas. Y en muchas negociaciones colectivas se está poniendo en peligro el futuro de estas firmas y de parte de la sociedad porque el entramado empresarial alavés es muy dependiente de las grandes. No es momento de grandes reivindicaciones sino de sacrificios entre todos para salir de esta situación. Pido a los diferentes actores corresponsabilidad y sosiego

- ¿Mantener los ERTEs hasta septiembre es un balón de oxígeno para las empresas?

- Sin duda, es una fórmula que ha funcionado y ha permitido mantener el empleo y la actividad con un endeudamiento enorme por parte de las empresas.

- El Gobierno endurece los contratos eventuales para atajar la temporalidad. ¿Qué le parece?

- Temporalidad no es sinónimo de precariedad. Los contratos temporales son una herramienta útil para afrontar cambios de ciclo y necesidades productivas en las empresas. Además, la temporalidad en el sector privado es del 18% y en el público, del 40%.

- ¿Cómo pueden ayudar los fondos Next Generation a salir de la crisis en el territorio?

- Los proyectos presentados en Álava tienen una enorme capacidad de transformación y si, como pensamos todos, son enormemente estratégicos deberían ponerse en marcha. Las administraciones tendrían que aportar ya estructura y recursos económicos. Son proyectos que irán calando en todas las capas de la industria, algo muy importante, y si nos los creemos, arranquemos con ellos al margen de que las subvenciones que puedan llegar.

- ¿Le gusta lo que se ha propuesto desde Álava?

- Sí. Los proyectos vinculados a la movilidad eléctrica, con la fábrica de baterías de Miñano o el centro de fabricación avanzada de Mercedes, son una gran apuesta para intentar crear en torno a esta gran factoría que tenemos en Vitoria, de las mejores de Europa, todo un cinturón industrial y de fabricación de piezas. También la universidad que proyecta el grupo Baskonia con iniciativas educativas, deportivas o sanitarias es muy interesante.

- La falta de grandes parcelas, la rigidez urbanística o la lenta tramitación administrativa impiden a Álava acoger grandes empresas. ¿Qué se puede hacer para revertir esta situación?

- Son situaciones distintas. Desde SEA llevamos años y años reclamando un cambio en la concesión de permisos de obra para ganar en agilidad. Respecto a la falta de suelo industrial, hace cinco años ya dijimos que nos estábamos quedando cortos y todo lo que sea ampliar polígonos es bueno. Pero Álava no se puede convertir en el almacén logístico de Euskadi, necesitamos también captar proyectos industriales.

- ¿Quizá el territorio se ha volcado más en la logística cuando la creación de empleo es mayor en otros sectores?

- Necesitamos captar talento, mano de obra especializada, fabricación avanzada, nuevas tecnologías... Buscamos un 'mix' sin renunciar a ninguna actividad.

- ¿Veremos en su último mandato, que finaliza en 2024, el tan ansiado cambio de sede de la patronal?

- Espero que sí, pero no será solo un cambio de un lugar a otro sino que crearemos un espacio que sirva de punto de encuentro de empresas, organizaciones...

- ¿En el centro de Vitoria?

- Somos responsables con la economía local. El centro sufre una despoblación importante y atraviesa uno de sus peores momentos. Falta actividad, se han ido multinacionales, el esperado proyecto comercial no avanza... Queremos contribuir a dar un nuevo impulso al centro con un lugar en un entorno abierto y de fácil acceso.