Álava proyecta que el polígono de Arasur se expanda medio millón de metros cuadrados

José Manuel Navarro

Viernes, 21 de marzo 2025, 00:21

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Con un grado de ocupación del 94,5%, el polígono de Arasur se prepara para una nueva ampliación. Según ha podido saber EL CORREO, Álava Agencia de Desarrollo (AAD) trabaja ya para que el complejo de Ribabellosa, uno de los grandes pulmones industriales del territorio, crezca hacia el este entre 400.000 y 500.000 metros cuadrados. Pondrá rumbo hacia terrenos hoy agrícolas que pertenecen al concejo de Ribaguda.

La AAD, dependiente de la Diputación foral, ha dado ya los primeros pasos para negociar con los propietarios la compraventa de la superficie que se pretende absorber, próxima a un pueblo en el que residen unos 25 vecinos. Las primeros contactos se iniciaron a finales del año pasado, después de que los accionistas del complejo industrial abriesen un periodo de reflexión sobre el futuro de Arasur y asumieran la necesidad de ganar metros.

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Y es que la compra masiva de terrenos de suelo por parte de Merlin Properties, Amazon y Panattoni han dejado prácticamente completo el polígono -apenas quedan unas pocas hectáreas libres- y era necesario ganar espacio para dar cabida a más empresas de envergadura como las que ya están en Ribabellosa. Nombres de la talla de Talgo, Enagás, Bridgestone o la logística DSV.

El objetivo que tienen sobre la mesa los accionistas del polígono es claro: dotar a Álava de nuevos terrenos industriales, en gran parte, para competir con la localidad vecina de Miranda de Ebro, con mejores precios y una mayor oferta disponible. La Diputación pilota el proyecto de expansión de Arasur. «Es un compromiso de las instituciones dotar a Álava de suelo en un eje estratégico», subrayan fuentes del Departamento de Desarrollo Económico.

Sobre la mesa está la posibilidad de que el polígono acoja en el futuro nuevas parcelas XXL, las que tienen una superficie mínima de 100.000 metros cuadrados. Espacios que se vienen reclamando de manera insistente desde en los últimos años. SEA Empresas Alavesas y la Cámara de Comercio incluso llegaron a abrir un frente con el Ayuntamiento de Vitoria a cuenta de este asunto durante la primera fase de la tramitación del Plan General. Las dos organizaciones pidieron que la capital alavesa otorgase más suelo industrial a la ciudad, que sí ha apostado por alternativas como permitir una mayor edificabilidad.

En Arasur crecer es más fácil. También porque es aquí donde se concentra la mayor demanda de las ansiadas parcelas XXL, aunque de momento no se concreta cuántas podrán habilitarse en el nuevo proyecto. «Será una ampliación que responda a las necesidades de las empresas». El precedente reciente de la supermanzana G7, clave para convencer a Amazon de instalarse en Álava después de años de negociaciones fallidas, invita a seguir por ese camino.

La expansión, no obstante, no será inminente. Hay que negociar nuevas adquisiciones de terrenos -las instituciones ya han avanzado en algunas compras- y, además, será necesario dar cauce urbanístico a esa ampliación, ya que muchas parcelas deberán cambiar su calificación para pasar de uso rústico a uso industrial. Todo eso llevará tiempo.

Esos trámites se incorporarán a la montaña de expedientes urbanísticos que se acumulan en la ventanilla de un Consistorio, el de Ribera Baja, que ya soporta una importante carga administrativa. Tanto es así que su alcalde, Amado Martínez de Iturrate, avanza que se ultima la contratación de un arquitecto técnico «para complementar la labor del arquitecto municipal». En el anuncio de la oferta de empleo, la institución admitía que «necesita apoyo debido a la acumulación de expedientes urbanísticos a resolver y que el Ayuntamiento no tiene en la actualidad bolsas de trabajo».

La ampliación de Arasur llega en un momento en el que Miranda busca desafiar el liderazgo logístico de Álava. Complejos como los de Ircio, Bayas o Las Californias, unidos a la paz social que se respira en suelo burgalés -muy lejos de la mayor conflictividad de Euskadi, que junto a Navarra representa prácticamente la mitad de las huelgas de España- han abierto una guerra soterrada por la atracción de empresas en la muga.

212 firmas se han instalado en la localidad burgalesa los últimos ocho años. De ellas, 27 han sido compañías vascas. Seur, la distribuidora alemana Aldi o Panattoni han impulsado el crecimiento de la logística al otro lado del Ebro. «En Álava hace falta terreno industrial y una oferta atractiva. La competencia es enorme», reflexionaba semanas atrás en este periódico Tomás Pérez Merino, impulsor de Ucieza Servicios Inmobiliarios Industriales.

La nueva apuesta de Arasur suma otros 500.000 metros cuadrados a la estrategia de crecimiento por la que apuestan todos los grandes polígonos alaveses a excepción de Júndiz. Entre Miñano, Subillabide, Los Llanos y este desarrollo de Arasur, Álava ganará 2,5 millones de metros, 250 hectáreas, para facilitar el desembarco de nuevas empresas.

En Miñano se trabaja en una ampliación de un millón de metros cuadrados para asumir la expansión futura de Basquevolt y parte de las solicitudes que no se han podido atender en los últimos años. Según la Diputación, desde 2020 un total de trece empresas se han interesado por el parque tecnológico para ocupar nada menos que seis millones de metros cuadrados.

A ello se suman nuevos desarrollos en Iruña de Oca. El Plan General de este municipio ya les ha dado luz verde a través de la interlocución entre la Corporación local y Álava Agencia de Desarrollo. Los Llanos ganará 428.535 metros cuadrados y Subillabide se extenderá hacia Júndiz por Trespuentes a través de una lengua de 542.961 metros cuadrados.