En un momento de auge del turismo, cada vez son más los alaveses que están dispuestos a ceder sus casas o alguna de sus habitaciones a quienes nos visitan. En paralelo a la oferta hotelera, ha surgido un incipiente sector de viviendas turísticas dispuesto a ... competir con las grandes cadenas. Muchos de esos competidores usan la 'app' por excelencia para este tipo de arrendamientos: Airbnb. La empresa estadounidense es líder en su mercado y sus servicios ya han llegado a Vitoria y al resto de Álava. En el conjunto del territorio son ya 519 los hogares que ofrecen a los turistas la posibilidad de alojarse. Así se desprende de un mapa de la comunidad autónoma elaborado por la plataforma 'Inside Airbnb', fundada «para añadir datos al debate» sobre el impacto de la 'app' de alojamientos. Sin embargo, menos de la mitad están registrados ante el Gobierno vasco.
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José Manuel Navarro
Liderados por el activista australiano Murray Cox, la plataforma recopila datos de Airbnb y diseña mapas de distintos rincones del mundo con los alojamientos que se ofertan. Aparte de cuantificarlos, la asociación detalla cuestiones como el precio medio de la pernocta, las veces que se ha reservado cada alojamiento, la ubicación o el dinero que ha ingresado anualmente. En declaraciones a EL CORREO, Cox señala su «preocupación por el impacto de los alquileres de corta duración, dejando menos casas disponibles y disparando los costes de vida».
Por lo pronto, la primera cifra, la de alojamientos, se diferencia mucho de la que maneja el Gobierno vasco. En el Registro de Empresas y Actividades Turísticas de Euskadi (REATE) sólo constan 238 inmuebles de este tipo en Álava frente a los 519 que cuenta 'Inside Airbnb'. Y es obligatorio estar inscrito para desarrollar esta actividad. Los portavoces del Departamento de Turismo son rotundos: «Todo lo que esté fuera es clandestino». Y, por supuesto, «ilegal».
La Ley autonómica de Turismo tipifica estas actuaciones como graves. Y, según el régimen sancionador aprobado en 2016, los pisos -como mínimo, 281- que operan en Airbnb fuera de la ley podrían ser sancionados con multas de entre 10.000 y 100.000 euros.
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Sin embargo, desde el área que lidera el consejero Javier Hurtado advierten de que es «complicado» dar con los pisos clandestinos y, sobre todo, probar que efectivamente se anuncian ilegalmente.
Las aplicaciones que ofertan estos servicios tampoco han colaborado habitualmente, aunque la Comisión Europea está moviendo ficha para resolver este asunto. Recientemente se ha aprobado un reglamento que obligará a las aplicaciones que anuncian los pisos turísticos a informar mensualmente a los Estados miembros con datos de todas esas viviendas. En concreto, se darán a conocer datos como cuántas noches ha estado alquilada la casa o habitación, el enlace web del anuncio, la dirección física o el número de registro.
Por el momento, Airbnb ya ha mostrado su predisposición a ayudar a controlar el fenómeno. «Estamos dispuestos a trabajar con las autoridades en la aplicación de las normas para garantizar que sean un éxito», afirmó en febrero Georgina Browes, una de sus directivas.
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Fuentes de Turismo explican que este reglamento ayudará a estrechar el cerco sobre los alquileres en fraude de ley. A pesar de todo, habrá que esperar hasta 2026 para que el reglamento se empiece a aplicar, ya que la normativa europea hay que transponerla en la legislación española.
La última actualización de la asociación 'Inside Airbnb', correspondiente al mes de diciembre, cifra que cada uno de estos pisos o habitaciones alavesas ha reportado a sus propietarios una media de 4.412 euros en el último año. El precio medio de la noche en Airbnb es de 211 euros en el territorio.
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Cada oferta en la 'app' es muy distinta. Las hay desde enormes caseríos en lugares como Zárate hasta modestas habitaciones en el Casco Viejo de Vitoria por las que apenas se cobran 32 euros por noche.
Es en este último barrio donde se concentra la oferta del territorio. Sin embargo, la realidad es que Vitoria es mucho más barata que el resto del Álava. Hacer noche en un Airbnb de la capital sale, de media, por 99 euros.
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En la capital, pisos y habitaciones se reparten de forma casi equitativa en Airbnb: el 53% de las ofertas en Vitoria se corresponde a pisos enteros y el 46%, a habitaciones para pasar la noche. Sólo un escaso 0,4% da la posibilidad de compartir habitación. En la ciudad, la estancia más frecuente es de una sola noche; si bien en el conjunto de Álava se eleva hasta dos.
es la ganancia que, de media, obtienen los anfitriones alaveses que ofertan sus pisos o habitaciones en Airbnb a lo largo del año.
El precio de pasar la noche en los pueblos de Álava es más caro que en Vitoria. Si en el conjunto del territorio dormir sale a unos 211 euros por noche, en la capital la tarifa media es de 99 euros. Algunas ofertas incluso rondan los 30
son las que, anualmente, factura el alojamiento medio de Álava. La mayoría de los huéspedes que nos visitan y usan Airbnb para descansar pasan una o dos noches
representan el 40,8% de la oferta alavesa en Airbnb, aunque en Vitoria son la mitad de la oferta. En la capital, incluso dos anfitriones ofrecen sólo parte de su habitación, que debe ser compartida.
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