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Álava necesita profesionales de fabricación mecánica pero no los encuentra, es un problema que se arrastra desde hace tiempo y que en los últimos años ... se ha acentuado. Según el último Observatorio de Empleo elaborado por Fundación Vital y SEA Empresas Alavesas, el territorio demandará anualmente cerca de 2.000 graduados en esta rama de la Formación Profesional (FP). En concreto, Fabricación Mecánica supone el 51% de la demanda prevista de contratación de personal de ciclos formativos en los años 2024-2025, seguida de lejos de Electricidad y Electrónica (11,28%) y Artes Gráficas (9%).
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«Las empresas se enfrentan a serias dificultades para cubrir puestos clave en la fabricación», explican desde el Área de Formación de SEA Empresas Alavesas. «Esto ralentiza la producción y limita su crecimiento. Además afecta a la competitividad ya que la escasez de personal especializado puede hacer que no aprovechen al máximo su potencial, lo que impacta en sus resultados y en la creación de empleo», advierten. En un territorio tan industrializado como Álava -el sector supone algo más del 30% del PIB-, la falta de relevo generacional para cubrir las vacantes en este campo es un verdadero problema. Pero, ¿cuáles son las causas detrás de esta preocupante realidad?
Desde Egibide apuntan a un par de ellas. «No es un sector atractivo para los alumnos. Por un lado, la oferta formativa cada vez es más amplia y el alumnado se diluye; y por otro lado hay una imagen de lo que es la fabricación mecánica un tanto desfasada, que no se corresponde con la realidad actual», analizan Néstor Idígoras y Aitor García de Andoin, coordinadores de Fabricación Mecánica en Nieves Cano y Jesús Obrero, respectivamente. Los jóvenes optan por ciclos que a priori suenan más modernos como Automatización y Robótica Industrial, Desarrollo de Aplicaciones Multiplataforma o Sistemas Electrotécnicos y Automatizados mientras que en la rama de fabricación más del 20% de las plazas no se llenan. Esto ocurre a pesar de que hay trabajo de sobra y de que la tasa de empleabilidad para los recién graduados es de las más altas. «Todos los que se titulan y quieren, terminan trabajando, muchas veces en la misma empresa en la que han realizado las prácticas», asegura García de Andoin. Ocurre con los jóvenes y los no tan jóvenes. «Imagínate una persona que ha trabajado toda su vida en un bar y ahora quiere reciclarse, éste es un sector en el que el empleo está 100% asegurado», ejemplifica Mikel Sarrias, responsable de Formación para el Empleo de Egibide.
51% de la demanda prevista de contratación de personal de ciclos formativos supondrá la Fabricación Mecánica, según el último Observatorio de Empleo de Álava 2024-2025.
Ciclos de grado medio y de grado superior Dentro de Fabricación Mecánica hay FPs de Mecanizado, Soldadura y calderería, Diseño en Fabricación Mecánica y Programación de la Producción.
10% del alumnado en esta rama son mujeres. Sigue siendo un área muy masculinizada.
Una oferta que no llama la atención Cada vez hay más opciones de ciclos y a esto se suma que la imagen de fabricación no se corresponde con la realidad.
Los tres docentes coinciden en que la visión generalizada sobre la fabricación mecánica está equivocada. «No es esa imagen de nuestros aitas deslomados en un taller sucio. Las zonas de trabajo actuales son muy limpias y las labores son cómodas, con tecnología puntera», comparte Aitor Idígoras. Los alumnos de Egibide comienzan aprendiendo en el torno, sí, pero la mayor parte de su formación la reciben delante de un ordenador. «El mecanizado es un sector puntero en Álava con gran cantidad de empresas que trabajan para la automoción, la aeronáutica, trenes o barcos», subrayan desde el centro.
En Egibide tienen contacto con cerca de 300 empresas de este sector en Álava y muchas veces no pueden atender a sus demandas porque no tienen alumnos suficientes para enviarles. «Tenemos muchísima dificultad para encontrar profesionales, es habitual que las vacantes estén abiertas durante meses», confirma Nuria Nogueiras, de Burulan-Aernnova. «La gente joven no está interesada en el mecanizado, quizás por desconocimiento. En realidad es una industria muy interesante, con trabajo seguro y capacidad de promocionarse. Por nuestra parte invertimos mucho en formación», añade.
En términos similares se expresa Karlos Balsategui, del grupo Aratz. «Hay una idea sobre la industria que no es real. En nuestro caso fabricamos piezas con gran valor añadido y necesitamos gente», sostiene. «Actualmente, un profesional bien formado, con actitud y demostrando profesionalidad puede tener un salario muy similar al de un titulado universitario. Pero nos cuesta encontrarles, por eso muchas veces tenemos que tirar de personal extranjero sin formación al que nosotros mismos enseñamos».
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