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Álava vivirá hoy una 'operación salida' distinta a la que imaginaba. Si el coronavirus no se hubiese propagado por el país, las carreteras del territorio estarían ocupadas este fin de semana por esos afortunados que iban a encadenar San Prudencio con el 1 de Mayo ... para completar un 'macropuente' de nueve días. En cambio, muchos tendrán la oportunidad de abandonar su casa por primera vez en siete semanas en lo que supondrá una nueva prueba de fuego en la lucha contra el Covid-19. Con restricciones, se podrá salir a pasear o incluso correr. No habrá abrazos de reencuentro, ya que es necesario mantener la separación de dos metros para evitar la propagación del patógeno de Wuhan. Los ayuntamientos, sin embargo, apenas han tenido tiempo para tomar decisiones y confían en que los vecinos sean responsables para evitar volver a la 'casilla de salida' en la lucha contra el virus.
Las calles y zonas verdes de Llodio no sufrirán cambios respeto a los últimos días y los columpios seguirán precintados, según explicó ayer el alcalde Ander Añibarro. La recomendación general es «respetar el distanciamiento». El horizonte está puesto ya en el 11 de mayo cuando está previsto reabrir los primeros servicios municipales, mientras se atienden las peticiones de los hosteleros que desean ampliar sus terrazas para que puedan hacerlo «sin coste». En las calles, la guardia municipal seguirá «realizando las mismas vigilancias que estaban haciendo hasta ahora».
«Amurrio tiene la fortuna de ser un pueblo muy adecuado para pasear y para la práctica deportiva y al ser disperso tiene la posibilidad de que no se concentre todo el mundo en la misma zona a la vez», explica su alcaldesa Josune Irabien. Por eso no supone ningún problema que los juegos infantiles sigan precintados como el primer día. Donde se va a centrar el trabajo es en la labor pedagógica de la Policía Local «y en la ayuda a interpretar lo que dice el decreto, aunque espero que se actúe con sentido común, como ha sido hasta ahora».
El teléfono del alcalde de Salvatierra, Ernesto Sainz, echaba ayer humo. Por 62 vecinos superan el umbral de 5.000 habitantes marcados por el ministro Salvador Illa para limitar a unos horarios concretos la 'operación salida' del confinamiento. «Muchos se quejaban, pero no se dan cuenta que ese nivel de población en temas como el Fofel nos supone 250.000 euros más», argumenta. Para Sainz tener que pisar a turnos la calle también supondrá una ventaja, ya que la posibilidad de contacto es limitada y, por lo tanto, de transmisión del patógeno de Wuhan.
El paseo del Collado será hoy el punto de encuentro de muchos habitantes de Laguardia. «Esperemos que el tiempo acompañe y nos pueda dar un poco el sol después de tantos días bajo techo», apunta el alcalde Lucio Castañeda. No se limitará el tránsito de los vecinos, ni se ha optado por marcar calles de única dirección «porque también nos hemos enterado de todo esto con apenas dos días de antelación», comenta. «Lo importante es que mantengamos la distancia, sino todo esto no habrá servido para nada», concluye el regidor.
El alcalde de Iruña de Oca, Mitxel Montes, confía en que la posibilidad de salir a cualquier hora del día evite cualquier tipo de algomeración en las calles del pueblo.
La alcaldesa de Labastida, Laura Pérez Borinaga, utilizó las redes sociales para indicar a sus vecinos cuáles son las reglas que tienen que mantener hoy para salir de casa. No existen límites horarios, pero la edil confía en que la ciudadanía «sea responsable» y evite aglomeraciones. Por eso, se han vuelto a cerrar los campos deportivos para evitar que la gente se reúna. «Tenemos un buen número de rutas alrededor del pueblo y espero que no todos elijamos la misma. Hay que seguir manteniendo la distancia entre las personas. Esto no es más que un paso más en la desescalada», considera.
El Ayuntamiento de Artziniega confía en sus ciudadanos. «No hubo problemas con la salida de menores, esperemos que tampoco ahora», explica su alcalde, Joseba Vivanco. Aunque no se han tomado medidas especiales el día de hoy, el Ayuntamiento ha emitido una nota en la que recomienda algunas rutas por la localidad que «no sobrepasan la hora». Aunque la localidad no cuenta con Policía Local, Vivanco señaló que «intentaremos echar un vistazo por saber cómo se va a mover la gente».
«Ser un pueblo con pocos habitantes tiene sus ventajas de vez en cuando», se felicita Joseba Koldo Garitagoitia, alcalde de Alegría. Sus 2.876 vecinos tendrán libertad absoluta para caminar, salvo por los parques infantiles que siguen precintados para que nadie tenga la tentación de usarlos
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