Álava estudiará este año cómo aplicar el canon en 2026

Antes, sin embargo, la Diputación alavesa tendrá que hacer un estudio de cómo, dónde y a quién cobrar. De momento, las Juntas Generales aprobaron el año pasado encargar un informe sobre este asunto. Fuentes del Departamento de Infraestructuras Viarias consultadas por este periódico apuntan a que ese estudio previo saldrá a licitación en «unos meses», antes de que acabe el año.

El parlamento alavés ya definió en buena medida cómo tenía que ser este estudio. En una ponencia creada 'ad hoc' y liderada por el juntero socialista Jon Nogales, se fijaron algunas condiciones inalterables para esos peajes: tendrán que ser cobrados con arcos, el dinero ingresado se tendrá que reinvertir en las carreteras y, antes de implementar esos peajes, habrá que revisar los descuentos que se aplican actualmente. De hecho, será incluso necesario que la Unión Europea revise el sistema para que no ocurra como en Gipuzkoa, donde dos normas forales que imponían peajes quedaron anuladas por los tribunales.

La llegada de la nueva tarificación no va a depender de quién sea el futuro inquilino del Palacio de la Provincia. El acuerdo para empezar a pensar en poner peajes en las carreteras contó con el respaldo de PNV, PSE, EH Bildu y Elkarrekin Podemos. Sólo el PP se opuso a las conclusiones para dar forma al diseño de la red de peajes.

Más mantenimiento

En 2026, cuando expiren las concesiones y Álava tenga que asumir el control de las carreteras, el coste por el mantenimiento podría dispararse hasta los 25 millones, el doble de lo que cuesta actualmente. Ese aumento de kilómetros a gestionar implicará también un importante aumento de la plantilla de Arabat, el ente público que ya cobra los peajes de la AP-1. Las propias Juntas Generales ya exhortaron a la Diputación a tener también en cuenta esta variable de cara al diseño de su red de vías de pago que llegarán a Álava dentro de tres años.