![Álava duplicará los accesos a la gratuita AP-1 para evitar los atascos en Armiñón](https://s1.ppllstatics.com/elcorreo/www/multimedia/201812/07/media/cortadas/retenciones-kEYH-U601809017007qf-624x385@El%20Correo.jpg)
![Álava duplicará los accesos a la gratuita AP-1 para evitar los atascos en Armiñón](https://s1.ppllstatics.com/elcorreo/www/multimedia/201812/07/media/cortadas/retenciones-kEYH-U601809017007qf-624x385@El%20Correo.jpg)
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La información de los paneles luminosos y de señales fijas en la autopista Burgos-Armiñón avisan desde hace siete días de que la AP-1 se ha convertido en gratuita. En los accesos y en las salidas, las barreras están levantadas. Los tiques ... o el uso del dispositivo Vía T han pasado a formar parte de la historia de una carretera adjudicada para su construcción, conservación y explotación hace 44 años. El cambio que se ha producido es importante, sobre todo para el bolsillo de los usuarios. Ahora comienza una nueva etapa, la de adecuación y conversión de la autopista en una vía convencional enlazada, a la altura de Armiñón, con la A-1.
Esa conexión entre las dos carreteras es la principal actuación que de manera «necesaria y urgente» asumirá el Ministerio de Fomento, que se ha comprometido a duplicar la capacidad de los accesos, lo que servirá para acabar con las retenciones que se registran en Armiñón en épocas vacacionales y que podrían ser más frecuentes ante el previsible aumento de tráfico con la gratuidad del trayecto. En concreto, en sentido Madrid, la bifurcación de la A-1 hacia la AP-1 pasará de uno a dos carriles; mientras que en sentido Vitoria la ampliación podría ser todavía mayor, ya que está en estudio si el único carril que existe en la actualidad pasa a dos o tres. En momentos puntuales de mucha densidad de tráfico ya se suele habilitar un segundo acceso a través de la rotonda de Estavillo.
Fomento asumirá el coste de las obras necesarias para esta ampliación de capacidad de los ramales, así como el resto de los trabajos de derribo de las cabinas y adecuación de la zona de la playa de peajes. Aunque desde el pasado miércoles los seis kilómetros de la AP-1 que transcurren por territorio alavés –desde el límite con Burgos (kilómetro 77,2) hasta Armiñón (83,2)– son competencia del Gobierno vasco, tras el acuerdo adoptado en la Comisión Mixta de Transferencias, las obras serán sufragadas por Madrid.
Para ello, el PSE, con el objetivo de «lograr que la letra pequeña del acuerdo de transferencia responda al interés general de los alaveses», ha mantenido en los últimos meses diferentes reuniones con representantes del Gobierno de España y Fomento, como el secretario de Estado de Infraestructuras, Pedro Saura, que ha tenido como interlocutor, entre otros, al delegado del Gobierno en Euskadi, Jesús Loza.
20.858 vehículos diarios circulaban de media por la AP-1 entre Burgos y Armiñón entre enero y octubre de este año, cuando aún era una vía de peaje. De ellos, 3.721 (17,83%) eran pesados.
Liberalización del peaje. Desde el pasado 1 de diciembre, la circulación por la AP-1 es gratuita. Se ha convertido en la primera autopista que revierte al Estado tras vencer la concesión, que fue adjudicada en el año 1974 para la construcción, conservación y explotación de la vía.
Transferencia a Álava. Los seis kilómetros de la carretera entre el límite con Burgos y Armiñón son titularidad del Gobierno vasco desde el pasado miércoles, tras recibir la transferencia por parte del Gobierno de España. En el primer semestre de 2019 pasará a ser competencia de Álava.
Dejar definidas las obligaciones de cada institución resultaba especialmente importante para el departamento foral de Infraestructuras Viarias, ya que en el primer semestre de2019, esos 6 kilómetros de carretera serán transferidos a la Diputación alavesa.
Mientras tanto, en la zona se han tomado medidas de calmado de tráfico, que «proseguirán el tiempo que sea necesario» en coordinación «con el departamento de Seguridad del Gobierno vasco», según se recoge en el acuerdo complementario de la transferencia en materia de carreteras firmado el pasado 26 de noviembre. En ese documento se establece también que el programa de trabajo y las fases de ejecución previstas deberán ser presentadas por la empresa adjudicataria a Fomento antes de que finalice este mes de diciembre y el ministerio informará de ello al Ejecutivo de Lakua.
Es la única fecha fijada en el texto, que indica que las obras deberán comenzar «a la mayor brevedad posible». Tampoco se habla de cantidades. Las cifras que se conocen en relación a la actuación en esta carretera son las aprobadas el 31 de agosto por el Consejo de Ministros, que determinó una partida 7,2 millones de euros para la conservación de la AP-1 (83 kilómetros de trazado) en el primer ejercicio tras la liberalización del peaje el 1 de diciembre. El ministro José Luis Ábalos, en una comparecencia en el Congreso el día anterior, detalló que de ese montante, 1,4 millones irían destinados a los trabajos de adaptación. El mantenimiento de la vía fue adjudicado mediante un contrato de urgencia a la que hasta este mes ha sido la concesionaria de la AP-1, el grupo Itinere, mientras se licita el concurso para la asunción de esas funciones.
En cualquier caso, el coste será asumido íntegramente por Fomento, motivo por el que la secretaria general del PSEen Álava, Cristina González, expresó su «satisfacción». La también diputada de Administración foral resaltó, igualmente, «el compromiso» del Ministerio de «realizar conjuntamente con la Diputación las obras de conexión» de la ya antigua autopista AP-1 con la autovía A-1 «para mejorar la seguridad vial y reducir las retenciones» en una carretera que en los próximos meses será transferida por Lakua a Álava.
En el mismo momento en el que las barreras de la autopista Burgos-Armiñón se levantaron para que los vehículos comenzaran a circular sin tener que pasar por caja, la vía de alta capacidad que enlaza Bilbao con Zaragoza (AP-68) estrenó cabinas de pago en el término alavés de Ribabellosa, en las proximidades del polígono Arasur. Hasta el pasado 30 de noviembre quienes transitaban entre la capital vizcaína y Burgos sólo adquirían un tique y realizaban un abono aunque utilizaran dos autopistas diferentes. Al quedar liberalizada la AP-1, el pago se limita al tramo Ribabellosa-Bilbao y cuesta diez euros. Por eso la 'vasco-aragonesa' ha instalado esa nueva área de peaje.
Por otra parte, el tráfico en la zona de Armiñón fue en la noche del miércoles y hasta el mediodía de ayer más denso del habitual, aunque sin las temidas retenciones que se generaban una 'operación salida' tras otra. Los viajeros han escalonado su salida en este puente, en el que se prevé más complicado el regreso, ya que los conductores tienden a volver a casa el domingo por la tarde. Así lo espera la Dirección de Tráfico del Gobierno vasco, que ha diseñado un operativo especial para agilizar la circulación. La Ertzaintza realizará labores de apoyo que se unirán a una señalización especial.
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