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El carrusel de borrascas que azota la Península tiene un nuevo nombre: Martinho, la cuarta en apenas doce días. En Álava, este nuevo envite trae lluvias débiles y temperaturas que entran en el rango de templadas. Pero el verdadero protagonista es el viento, que seguirá muy presente este viernes. En madrugada del jueves el territorio registró rachas de 133 kilómetros hora (en el alto de Zaldiaran) y en Vitoria superó los 90. También arreció en otras zonas expuestas como Ilarduia (Asparrena), con rachas de 131 kilómetros, o en Kapildui (Bernedo), 116.
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Estos vientos 'huracanados' provocaron numerosas incidencias. Una de las más importantes tuvo lugar en el polideportivo del instituto Ekialdea. El viento arrancó varias planchas de la cubierta. Los servicios de emergencia municipales debieron precintar el patio del centro y «también parte de la zona de paso peatonal a la parada del tranvía», aseguraron fuentes del Ayuntamiento. Asimismo, los bomberos realizaron una intervención similar en una empresa del polígono industrial de Júndiz, donde 'volaron' tres placas de lucernarios de la cubierta.
Otro de los 'clásicos' cada vez que sopla Eolo fue el desplazamiento de contenedores y la caída de ramas en diversos puntos de la ciudad. Varias de ellas se precipitaron sobre vehículos estacionados en las calles Gorbea y Los Herrán. Además, la pasarela de madera del paseo de Páganos, en Mariturri, quedó cortada por la caída de un sauce llorón. En las obras de la calle Los Herrán, «se desplazó el vallado de los trabajos, mientras que en la avenida de Bratislava cayó sobre la calle alguna chapa metálica desprendida de los edificios del entorno», detalló el Consistorio.
En paralelo, el Ayuntamiento no activó el plan municipal por vientos fuertes, pero optó por cerrar algunos «parques con grandes árboles» como medida de prevención. Las zonas ajardinadas que se acordonaron fueron las de La Florida, Arriaga, El Prado y San Martín. En esta alerta, la Policía Local recomienda a los ciudadanos que procuren alejarse de «cornisas, muros, árboles o vallas publicitarias» y que tomen «precauciones delante de edificios en construcción o mal estado».
El aviso amarillo por el viento caducaba en principio a las tres de la tarde de ayer, pero posteriormente se prolongó hasta las seis de esta madrugada. Así, en zonas expuestas, las rachas de viento del sureste superarán casi con seguridad los 100 kilómetros. En áreas protegidas es posible que la velocidad del aire se quede en 80 kilómetros hora.
Al margen del viento, las previsiones para este viernes apuntan a la llegada de «algunos chubascos intensos y de carácter tormentoso de madrugada, pero el resto del día la probabilidad de lluvia será más baja», pronostica Euskalmet. A partir de la tarde se espera, de nuevo, aumento de la nubosidad. Las temperaturas seguirán siendo templadas, sin muchos cambios, con una mínima de 10 grados y una máxima de 16 en Vitoria.
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