Álava completa su Camino de Postas

Pero el Camino Real de Postas -técnicamente rebautizado como PR-A 13- está incompleto y la ermita de San Martín de Ania supone un punto final en la ruta para los ciclistas, peatones e incluso algunos peregrinos, que lo usan como alternativa rumbo a Santiago de Compostela. Quedan por reparar los siete kilómetros que hay hasta los humedales de Salburua, por lo que la Diputación planea su próxima adecuación y sufragarla con fondos Feder de la Unión Europea (UE). 95.000 euros que se dedicarán a la recuperación ambiental, reparación del firme, señalización y, además, la instalación de áreas recreativas en núcleos estratégicos como la zona de entrada al concejo de Zurbano.

«Esta ruta nos va a permitir llegar al parque natural de Aizkorri-Aratz en una mañana pedaleando desde Vitoria. Es un buen ejemplo de nuestra apuesta por el ocio sostenible, saludable y respetuoso», justifica el diputado de Medio Ambiente y Urbanismo, el jeltzale Josean Galera.

La vía combina a la perfección historia, cultura y paisaje. Este último tramo, que pasará por Junguitu y Zurbano, no será una excepción. El caminante podrá observar los barrocos palacios de Landazuri y Otaola-Guevara, además de las iglesias de San Millán y San Esteban Promártir, cuyo puntiagudo campanario parece que 'rasca' el cielo de Álava. Bellos edificios desconocidos para muchos urbanitas.

Desde el punto de vista natural, el Camino Real de Postas sumará el magnífico parque de Salburua, el pulmón de los vitorianos. Y es que, en el futuro, el recorrido concluirá en el centro Ataria, 'balcón' con vistas hacia los humedales y los montes de Vitoria. Una joya natural que sirve de casa para innumerables especies vegetales, aves, jabalíes y ciervos.

Pero una de las ventajas de esta nueva ruta es conectar puntos que hasta ahora estaban dispersos y Salburua quedará así conectada con la balsa de Atxarte, entre Barrundia y San Millán. Un enclave donde, según Gorka Belamendia, coordinador de Ataria, el 87% de su fauna se encuentra protegida por la legislación vigente.

Además, en los treinta kilómetros ya listos del Camino Real de Postas, los amantes de la historia pueden disfrutar de la cruz de piedra de Berokia -aunque actualmente es una reproducción, ya que la original se encuentra en el Museo de Arqueología del Bibat- y el puente de Zubibarri. Los ojos de quienes prefieren el entorno natural, por su parte, se centrarán en los montes de Aldaia, las colas del embalse de Ullíbarri-Gamboa, la fuente de Mariturri y las 'islas' de robledales que hay desperdigadas por la Llanada.

Todo desemboca en el túnel San Adrián, cueva natural que cruza la piedra y que sirve para evitar las rocosas crestas del parque natural de Aizkorri-Aratz. Utilizado desde la antigüedad por pastores fue el legendario escenario de algunos capítulos de la historia. Tras una exigente caminata entre hayedos, en su interior se puede observar una ermita y se adivinan otros restos (castillo, fortaleza, fonda, hospital de peregrinaje...). Para el historiador, arqueólogo y exprofesor Ramón Loza, transitar por su calzada, que debió ser romana, es como «el umbral de una puerta, no estás ni dentro ni fuera». Un auténtico tesoro que ahora los vitorianos podrán visitar por una vía directa.

«Desde la Diputación apostamos por la conectividad sostenible en Álava», insiste Josean Galera, quien no se olvida de destacar algunos núcleos rurales de la cuadrilla de la Llanada como Galarreta, Zalduondo, Luzuriaga, Audikana y Arbulo. Estos trabajos se adjudicarán mediante procedimiento abierto y si no hay imprevistos se alargarán durante tres meses y medio.