Álava busca estrategias para combatir la soledad no deseada en la zona rural

Hacer frente a la soledad no deseada en la zona rural alavesa, a menudo supone un obstáculo para quienes la sufren. «Aunque las relaciones pueden ser más estrechas en los pueblos, muchas veces no hay un centro de jubilados o un servicio social cercano al que acudir», ha explicado este miércoles Josu Cantero, coordinador de Nagusilan, un proyecto de voluntariado de personas mayores. La propia dispersión complica el acceso a las personas que podrían convertirse en usuarias y a nuevo voluntariado.

Por eso, el colectivo celebrará el jueves durante toda la mañana un encuentro en el Palacio Europa para reflexionar acerca de esta situación. «Intentamos innovar en las estrategias para que funcione en boca-oreja, para que los centros de salud, farmacias o los comercios recomienden los servicios que ofrecemos, que son gratuitos», ha señalado Cantero.

Uno de los más importantes es el Hilo de Plata, que consiste en contactar telefónicamente con personas que se sienten solas. «Yo llamo todas las semanas a dos personas. Con una de ellas, que vive en Vitoria, quedo a veces a tomar un café o para acompañarla», ha resumido Pedro Garrido, uno de los voluntarios.

Nagusilan trabaja en toda Euskadi, pero en Álava cuenta con 75 personas voluntarias y 47 usuarias que recurren al acompañamiento telefónico o presencial. A esas se unen «nuestra presencia en una decena de residencias alavesas, de Vitoria, Llodio, Amurrio Respaldiza y Agurain», ha resumido Cantero.

Aunque el programa de acompañamiento de Naguslan es uno de los más conocidos, ofrecen también «animación musical con canciones conocidas por las personas a las que vamos a cantar», ha explicado Garrido. También hay bingo, paseos, pintura, gastronomía y actividades navideñas en el amplio abanico de programas para que nadie sienta la soledad no deseada, por muy aislada que esté su casa.

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