Álava y Bizkaia mantendrán los peajes en la AP-68 que La Rioja retirará en 2026

La administración vizcaína se ha sumado a la propuesta que la pasada legislatura se comenzó a desarrollar en Álava, cuando se creó una ponencia para decidir la financiación de las vías de alta capacidad (autopistas y autovías, preferentemente). Todos los partidos salvo el PP aprobaron unas conclusiones que incluían la contratación de un estudio que determine las condiciones de cobro, porque en ninguno de los dos territorios se concibe la posibilidad de eliminar los peajes de manera absoluta como sí que asumen en La Rioja, Navarra y Aragón, donde la decisión corresponde al Gobierno central que en estos momentos parece más proclive a levantar las barreras en esta vía. En cualquier caso, todavía quedan dos años para fijar un criterio.

El diputado de Infraestructuras de Bizkaia, Carlos Alzaga, se ha mostrado recientemente contrario a liberar el tramo de la autopista en que atraviesa el territorio. «En principio no tengo motivos para pensar que va a ser gratis, porque es necesario tener un peaje o pago por uso para poder llevar a cabo la conservación de la vía o mantener la redistribución de tráficos por el territorio», ha dicho.

La AP-68 se extiende por 24 kilómetros en Bizkaia, desde Arrigorriaga hasta Orozko, y otros 55 por Álava hasta Zambrana. En esos casi ochenta kilómetros seguirá habiendo peajes y, en este caso, sí que habrá una armonía en la interpretación de cuál debe ser el futuro de la autopista Vascoaragonesa: el pago por uso. De hecho, existe sintonía entre las dos diputaciones a la hora de trabajar juntos en la fórmula de los peajes que se podrán aplicar.

«No habrá ánimo de lucro en las tarifas», aseveran portavoces oficiales del Departamento alavés de Movilidad Sostenible e Infraestructuras Viarias, que dirige Jon Nogales (PSE), porque el dinero que se recaude de los conductores «se destinará a conservar y mantener la carretera». Añaden, asimismo, que habrá «bonificaciones y exenciones para familias con ingresos bajos, para quienes realizan viajes frecuentes...». Todo esto se determinará en un estudio que está pendiente de completarse y que, eso sí, luego tendrá que superar la votación de las Juntas Generales.

Sin embargo, esta medida repercutirá de manera negativa en los riojanos, navarros y aragoneses que tengan que desplazarse, a partir de noviembre de 2026, hacia Euskadi. El recorrido por la AP-68 hasta el límite con Álava –ahora el último peaje riojano es el de Haro– será gratuito pero a partir de la muga habrá que pagar. «Nosotros no podemos valorar las decisiones que toman otras administraciones», alegaban ayer desde la Consejería de Política Local e Infraestructuras de La Rioja, que encabeza Daniel Osés (PP), y más cuando «no afectan» a su comunidad autónoma. «Pero no contemplamos otro escenario que no sea el de la gratuidad», al menos cuando la competencia sea de carácter estatal.

La liberación de la autopista llegará quince años después de lo que podía haber sido porque en 2000 el Gobierno central del PP, con José María Aznar como presidente, amplió la concesión, que vencía en 2011, por tres lustros. Aquella decisión se compensó con una rebaja del peaje del 39,5%.