Álava analiza un rebrote del virus hemorrágico de las vacas

Los ganaderos registrados en Álava recibirán hoy mismo un mensaje del Departamento foral de Agricultura para advertirles sobre este caso sospechoso e instarles a que estrechen la vigilancia sobre sus animales. Porque el seguimiento continuo puede servir para poder avisar a los servicios veterinarios y suministrar, si lo consideran oportuno, tratamientos antiinflamatorios y antibióticos a la mayor brevedad. Los signos clínicos (fiebre, anorexia, hinchazón facial, dificultad respiratoria, hipersalivación o desescamaciones) son similares a los de lengua azul, por lo que se requiere un diagnóstico de laboratorio que determine cuál es de las dos.

Actualmente no existen vacunas autorizadas en la Unión Europea (UE) frente a esta enfermedad. Todavía queda mucho por estudiarse sobre esta enfermedad, pero la experiencia demuestra que cuando regresa el frío y empiezan las lluvias se reduce el riesgo de contagio ante la ausencia de mosquitos.

Se está a la espera de los resultados que se reciban desde la Comunidad de Madrid. De confirmarse, «se recomienda adoptar medidas de lucha contra el vector (desinfección en animales e instalaciones), así como el tratamiento sintomático de los animales enfermos tan pronto como aparezcan los primeros síntomas», apuntan los expertos de la Diputación.

Si el resultado es positivo, se recomendará limitar las visitas a la explotación afectada, aplicar de insecticidas y larvicidas, además de multiplicar los repelentes de insectos.

Este posible rebrote coincide con la resolución y abono en los próximos días de 400.000 euros por los casos de la enfermedad hemorrágica epizoótica de la pasada campaña. «La finalidad de estas ayudas es el apoyo y acompañamiento a los ganaderos de manera que se puedan paliar las afecciones que en el presente y en el futuro podría tener esta enfermedad», explican portavoces del Departamento que dirige Noemí Aguirre (PNV).

Estas ayudas cubren la muerte y los tratamientos veterinarios afectados hasta 35 euros por animal enfermo. Como requisito indispensable para recibir estas ayudas, se estableció que los animales tenían que haber estado bajo supervisión y control médico, y que previamente se hubiese informado a la institución foral de que habían sido afectados por esta enfermedad.