Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Este domingo saldrá el sol. Después de tres semanas de lluvia, los alaveses tendrán luz natural para evaluar, entre otras cosas, los efectos de las peores inundaciones sufridas en el territorio en los últimos 18 años. Han sido unas jornadas, desde el jueves hasta ayer, ... de mirar al cielo clamando una tregua. En este tiempo, se han producido infinidad de cortes de carreteras -la salida hacia Bilbao por Lakua permanecía cerrada ayer por la noche-, se ha cortado el tranvía, se han inundado empresas en Gamarra y medio centenar de personas han debido abandonar sus casas, la cara más amarga de todo esto. Hasta 51 vitorianos -22 vecinos de Asteguieta y 29 de Abetxuko- pasaron la noche en un hotel. Hoy, sobre todo ellos podrán valorar si vuelven a sus domicilios y hasta dónde llega la dimensión de su infortunio.
Los pronósticos meteorológicos vaticinan que la lluvia dará al fin una tregua tras 21 días ininterrumpidos de precipitaciones en el territorio. Las previsiones son buenas para los próximos once días, en los que se anuncia tiempo seco. Ayer por la tarde ya se notaba en todas las zonas inundadas que el nivel del agua parecía bajar y algunas calles, como Portal de Gamarra, volvieron a recuperar el negro del asfalto tras horas sepultado bajo el agua turbia que el Zadorra no era capaz de llevar por su cauce. Más lenta será la retirada de toda la masa fluvial que anega la zona rural de Vitoria ya que el ritmo del desembalse en la presa de Ullibarri mantendrá alto el nivel del río Zadorra hasta su desembocadura en el Ebro. El debilitamiento de las lluvias propició que el nivel del río descendiese en Gamarra. Y también en Abetxuko, aunque seguramente a un ritmo más lento que el que les gustaría a sus vecinos.
Esta es la resaca del temporal Barra que ha llenado los embalses alaveses hasta cotas históricas. El de Ullibarri rozó el 98% de su capacidad (97,79%) y el de Urrunaga alcanzó el 95,5. A partir de media tarde, el primero de ellos comenzó a ver cómo descendía su nivel tras varios días en los que pese al alto ritmo de desembalse no lograba rebajarlo. Llegó a estar a sólo 21 centímetros del máximo de llenado.
Todo hace prever que la Confederación Hidrográfica del Ebro mantendrá el vaciado y lo reducirá o cortará en cuanto tenga garantía de seguridad, ya que la crecida del Ebro está causando múltiples incidencias en Navarra y amenaza a poblaciones de La Rioja y Aragón, donde ya se han realizado evacuaciones preventivas de personas. Precisamente, a última hora de ayer, este río se desbordó en Rioja Alavesa y cortó la carretera que une Elciego y Baños de Ebro. También el río Bayas cerró al tráfico la calzada que conduce de Pobes a Mimbredo.
Mientras, las poblaciones cercanas al Zadorra tratan de respirar tras varias jornadas con el agua al cuello, una vez superado el último día de este histórico temporal de nieve, lluvias y desembalses que han causado unas inundaciones que hacía años que no se veían. Sin embrago, la situación sigue siendo complicada. Las enormes acumulaciones de agua persisten en muchos puntos, lo que mantiene cortadas varias carreteras, como las que comunican Gobeo y Lopidana, o en Yurre, Trespuentes y Víllodas.
En los pueblos y los puntos más afectados de la cuenca del Zadorra, como Durana, Abetxuko y Asteguieta la inundación persiste. A esos puntos negros se sumó en la mañana de ayer el polígono industrial de Gamarra, donde el agua entró en bajos de varias empresas, entre ellas Pepsi o Café Fortaleza, y obligó a suspender los velatorios en el cercano tanatorio Albia.
La jornada arrancó con numerosas incidencias en las carreteras alavesas y calles de la capital. El agua mantuvo cortadas cerca de una veintena de vías por desbordamientos o desprendimientos en toda la red del territorio. La salida hacia Bilbao por Portal de Foronda seguía cerrada a última hora de ayer y la que existe por Portal de Gamarra a través de la N-240 estuvo clausurada la mayor parte del día. Por la tarde, con la mejora, pudo habilitarse un acceso. En esa zona, la avenida de Los Olmos que comunica Gamarra y Eskalmendi, permanecía cerrada ayer por la noche.
Asimismo, el transporte público de la capital alavesa sufrió numerosas afecciones. El tranvía suspendió el servicio hasta Abetxuko, algo que permanecía sin variaciones hasta ayer noche y la línea 9 de Tuvisa a Gamarra estuvo suspendida buena parte de la jornada. En esta zona, la Policía Local debió trabajar a destajo para cerrar calles y desviar el tráfico.
Pese a todo, la sensación que predominó todo el día fue que lo peor había pasado. En ello fueron decisivas las palabras del diputado general, Ramiro González, y el alcalde, Gorka Urtaran, cuando a la una de la tarde destacó que «las cosas han ido algo mejor de lo que nos temíamos. El tiempo está mejorando se prevé que no llueva en los próximos diez días. Esto ayudará a que todo se normalice», explicó.
El embalse de Ullíbarri se situaba al 97,48% de su capacidad hacia las ocho de la tarde de ayer. Un nivel elevadísimo, preocupante incluso. El alivio llega si se tiene en cuenta que no fue el más elevado de la jornada y que por primera vez en varias semanas registra una curva descendente. A primera hora de la mañana, por ejemplo, ese nivel rozó el 98%. El volumen de desembalse, que marcará también el agua que fluya a la cuenca del Zadorra, se mantuvo en toda la jornada en los 90 metros cúbicos por segundo.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La víctima del crimen de Viana recibió una veintena de puñaladas
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.