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El teléfono fijo ha pasado a ser un elemento decorativo, más que un instrumento de comunicación en muchos hogares. Es más, hay ciudadanos que, aunque se vean obligados a contratar una línea de este tipo para disfrutar de servicios de internet, nunca han llegado a ... instalar un dispositivo fijo en sus casas. Pero, por extraño que parezca, Álava se resiste a seguir una tendencia a la baja que ya se aprecia en Bizkaia o Gipuzkoa. En el territorio, en 2020 se colocaron 157.019 líneas. Una cifra tan solo superada por las 157.771 que había en 2017 y nítidamente por encima de las 151.615 que había una década antes, según los datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
En 2019 Álava contaba con 150.947 líneas de telefonía fija, lo que suponía una tasa de pentración –número de líneas por cada 100 habitantes– de 46,1. Un año después ese medidor subió 1,5 puntos, hasta situarse en 47,6, con 6.000 líneas más. Este ascenso rompe la tendencia a la baja iniciada en 2017. En 2007 el número de líneas era de 148.323 y la tasa ascendía a 48,4. Desde esa fecha hasta 2017 la cifra osciló en el entorno de las 150.000 líneas. A partir de entonces los números volvieron a caer hasta 2020. No obstante, si se compara con otras provincias, la tendencia es a claramente a la baja, lo que conduce a la pregunta: ¿El teléfono fijo está en peligro de extinción?
Los expertos en telefonía de la región opinan que no: «No es que vaya a desaparecer el fijo, pero la demanda de uso ha bajado en los últimos años y quienes más lo usan son la gente mayor», señalan fuentes de Movistar. En la misma línea, el director de Marketing de Euskaltel, Koldo Unanue, explica que las preferencias por esta forma de comunicación frente a otras responde a un «uso generacional». A día de hoy si alguien solicita un número de contacto, por lo general «todos damos el del móvil», apunta Unanue.
Resulta muy difícil contratar servicios de internet sin líneas fijas, aunque está creciendo el número de operadoras que ofrecen cierta flexibilidad por el tipo de conexión que utilizan para proveer de wifi al hogar. Por lo que una desaparición completa de este sistema parece poco probable en el corto plazo.
Erró en sus predicciones Bill Gates cuando en 2007 anunciaba que la muerte del fijo estaba cerca: «Cuando dentro de 10 años veamos teléfonos en las películas diremos: ah, sí, ya me acuerdo, la gente solía tener esas cosas», bromeaba el magnate durante la presentación de la oferta de Comunicaciones Unificadas de Microsoft hace 15 años. El fundador de la compañía informática pretendía unir bajo un mismo sistema los correos electrónicos, la telefonía y la mensajería instantánea.
Pero el tiempo ha demostrado que Gates no estaba en lo cierto. Y a día de hoy, todavía existen al menos 157.000 líneas fijas instaladas por las distintas operadoras de telefonía en Álava. Movistar lidera el ranking de compañías con presencia en el territorio, con el 43,5% de las líneas bajo su control. Les sigue Euskaltel, con el 21%. Más alejadas de estas empresas se sitúan Vodafone, con un 17,3%; Orange, con un 12,8%; el Grupo MasMóvil, con el 5,2% y el resto de compañías, que aglutinan el 0,2% restante. Entre las dos grandes telefónicas aglutinan actualmente cerca del 64,5% de las líneas principales de los hogares alaveses.
Mientras que el teléfono fijo se resiste a desaparecer, la telefonía móvil continúa en un ascenso imparables desde hace quince años. En 2007 la tasa de penetración de este tipo de dispositivos se situaba en 55,4, con 169.706 líneas. En 2012 ese indicador se elevó hasta los 73,5, con 235.748 líneas. Seis años más tarde ya alcanzaba el 93,1, con más de 300.000 líneas. Según los últimos datos de la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia, en 2020 por cada 100.000 habitantes existían en Álava 97,7 líneas de telefonía móvil. En total, repartidos por el territorio, había 322.296 terminales o dispositivos móviles capaces de recibir y hacer llamadas. Un crecimiento exponencial que se entiende por el uso generalizado de los dispositivos y, concretamente, desde hace unos años por la aparición de los 'smartphones' y los teléfonos inteligentes que ya forman parte de la vida personal y laboral de la mayoría de alaveses.
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