Álava admite dificultades en el suministro de botellas a sus bodegas

La institución alavesa y el propio Gobierno vasco tienen constancia directa del problema desde mayo, cuando lanzaron una encuesta al sector y, aunque no encontró un eco relevante, las respuestas obtenidas confluían en un hecho: son las bodegas más pequeñas las que sufren el problema. También se analizó la situación con una de las compañías suministradoras más relevantes de Euskadi.

A partir de ahí una primera conclusión: la evolución de las entregas de vidrio será más favorable a partir de agosto. ¿El argumento? «Ahora en junio y julio hay pico de demanda por las conservas. Pero en verano cae significativamente y como ocurre todos los años, después habrá una oferta de botellas para el sector de las bebidas de Euskadi». Que funcionará, eso sí, con el criterio de prevalencia; dando prioridad a los clientes en cartera. Y teniendo en cuenta que las bodegas de Rioja Alavesa, como el resto, adquieren las botellas por tipologías específicas, precios, etcétera, a distintos suministradores, incluso internacionales.

«Nuestro margen de intermediación es limitado», ha planteado Aguinaco por tratarse de gestiones comerciales directas entre empresas y proveedores. «Nuestro espacio de actuación es reducido para garantizar un suministro regular», insistía en una comparecencia en Comisión de Agricultura promovida por EH Bildu. Y entre las fórmulas alternativas para superar la carestía, la reutilización de envases, una idea apoyada por todas las formaciones políticas.

El Ejecutivo foral se muestra al respecto «dispuesto a colaborar en cualquier iniciativa que pueda proponerse en este sentido». Aunque el responsable del área ha hecho hincapié en las dificultades lógisticas, la concienciación de los propios consumidores o la habilitación de espacios para el depósito e higienización de los envases en los propios bares y restaurantes como fuera de ellos. Otras propuestas que han trasladado los grupos han pivotado sobre la búsqueda de soportes alternativos como las latas de aluminio (Arabako Txakolina ya los emplea) o los 'bricks' de cartón.

Nuevas fórmulas que han quedado como simple parte del debate político este lunes. Porque su hipotética adopción depende del permiso de la denominación y, de partida, si quiera cuenta con un amplio respaldo en el sector por las implicaciones que tendría para la imagen del vino, al menos en el mercado nacional. Otra cosa es su uso para la exportación hacia, por ejemplo, los países nórdicos, donde la utilización de envases distintos al vidrio no resta.