Álava acuerda con Madrid suprimir por fin los últimos dos pasos a nivel

En el caso concreto de Manzanos, el concejo queda dividido en dos por las vías del tren que conecta Madrid con Hendaia. Una auténtica brecha para sus habitantes que ven interrumpida su vida entre 21 y 14 ocasiones -según el día de la semana- cuando los convoyes pasan sobre el asfalto que comparten con la carretera A-4342. Y eso sin tener en cuenta los mercancías. Unas circunstancias que sirven para catalogarlo como un punto de 'alto riesgo' y motivo suficiente para que en los últimos coletazos de la presente legislatura su supresión se catalogue como «prioritaria» para el Ejecutivo foral. «Con la eliminación de este paso a nivel se favorecerá la cohesión y la comunicación dentro de la localidad», destaca el diputado foral de Infraestructuras Viarias y Movilidad, el socialista Josu López Ubierna.

El segundo cruce conflictivo se localiza en la localidad de Pobes, donde los conductores de la A-2622 tienen que echar el freno de mano y armarse de paciencia para que pase el Bilbao-Zaragoza. Ha sido escenario en el pasado de varios sucesos de mayor o menor gravedad. En este caso también ha resultado decisiva, argumentan, la habitual presencia de vehículos pesados por esta vía para que las autoridades se decanten por ejecutar de una vez por todas esta reivindicación tantas veces repetida por los vecinos de Ribera Baja en sede foral.

Después de que el próximo consejo de Gobierno foral dé luz verde al documento, un mero trámite, se firmará con Adif un acuerdo para empezar a trabajar en la supresión de los pasos. En principio, la Diputación alavesa se comprometerá a la redacción de los proyectos de mejora de ambas carreteras para la eliminación de los pasos y la administradora ferroviaria, por su parte, se encargará del proyecto de construcción de los caminos para los peatones y el desmantelamiento de las instalaciones asociadas a los pasos a nivel. Pero el convenio que se suscribirá no se limitará a mero papeleo burocrático porque también supone un compromiso para que cuando las instituciones conozcan el importe de las obras procedan a financiarlas a partes iguales.

Para que todo esto finalmente llegue a buen puerto, se constituirá una comisión interinsitucional con representantes de la Administración foral y Adif que supervisarán la evolución de este acuerdo y resuelvan los problemas de interpretación que puedan surgir. Y es que esto no será sencillo y se puede dar la circunstancia de que en algún momento existan discrepancias porque los expertos en este tipo de obras recalcan que no existe una única solución y que habrá que estudiar cuál se adapta mejor al entorno y, sobre todo, consigue dar una solución eficaz a los vecinos afectados.

El socialista López Ubierna subraya que esta actuación supondrá «poner fin definitivamente a los dos únicos puntos conflictivos entre el tráfico de vehículos y de trenes que se mantenían en la red foral de carreteras». Porque es cierto que existen otros cruces donde coinciden trenes y automóviles en el territorio histórico, pero en esas ocasiones son vías que son caminos rurales o particulares.