Me cuesta, me aburre, mejor, me decepciona por lo inútil, insistir en que el Territorio Histórico de Álava lo es desde hace siglos. Lo era antes de todo lo demás. Y no tanto como un espacio físico único, todo lo contrario, sino por una decisión ... desde la diversidad de formar hermandad jurídica y afrontar la Historia desde esta situación. Por ello, Álava siempre ha podido actuar como sujeto político propio. Frente, más bien junto, a Castilla, como una parte propia de las Españas, un elemento distinguible frente a cualquier centralismo, Lo mismo con origen madrileño que vasco. Álava, como vasca, forma parte de Euskadi pero no tiene que formar parte de Euskadi. Podría dejar de hacerlo. Un 'Arabaexit' es siempre posible.

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Para entender la política en Álava no hay que perder nunca de vista lo que acabo de resumir. Álava es un mundo propio, un mundo que no deja de ser hijo de su propia idiosincrasia. Cuando alguien, para fastidiar, vocea: 'Alavés, falso y cortés', se está equivocando. El alavés no es falso, es prudente. Puede permanecer al pairo el tiempo que haga falta antes de tomar una decisión. Mientras lo hace puede parecer asentir a lo que le están diciendo. El que lo dice saca la conclusión de que el alavés está de acuerdo con él por lo que, cuando el alavés acaba no estando de acuerdo o no actuando como el decidor creía que iba a actuar, saca la conclusión de la falsedad. El alavés no es exagerado en nada, salvo en escuchar más que hablar y en tener muy claro que un 'sí' o un 'no' rotundo es muy difícil de soportar. Porque casi siempre hay razones para opinar 'sí' pero también para opinar 'no'.

Y esto es así también en política. A pesar de lo que pueda parecer, no hay una ideología que no admita la posibilidad de que la contraria pueda tener también aspectos interesantes. Por razones de eficacia, no exentas de egoísmo, la tendencia de los partidos políticos es a tratar de convencernos de que sólo en ellos, en cada uno de ellos, nunca en el otro, está la solución de todos los problemas. Les encanta, aunque a menudo los que forman parte de ellos parecen no tener ni idea de qué es lo que hay detrás de lo que dicen. Los militantes se apuntan a ser de un partido de izquierdas o de derechas, aunque cada vez es más difícil saber qué es lo que eso significa, no hay que olvidar que los conceptos izquierda-derecha nacen en una época que no tiene nada que ver con la actual. Pero, es igual, por una especie de inspiración divina, por cuatro detalles tan superficiales como insulsos, los partidos se colocan a la izquierda o lo hacen a la derecha. Como los de la yenka.

Últimamente le doy muchas vueltas a cómo relacionar el modo de ser alavés con el tema político. Cómo traducir esa capacidad alavesa de no definirse de manera categórica pues en casi todo hay siempre algo de ni sí ni no, sino todo lo contrario. Se podría hablar de empatía quizás. No lo sé.

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Lo único más cercano como palabra más que como concepto sería 'liberal'. El alavés, el vitoriano como tal, ha sido y es una persona que ha practicado el 'laissez faire' sin ninguna necesidad de saber francés. Su tendencia a la compresión de opuestos y la necesidad de mantener la equidistancia es tan vieja, por lo menos, como el famoso lema liberal.

Hace años hubo un grupo de gente que quisieron crecer políticamente utilizando la realidad histórica con la que he comenzado, la de Álava. Aunque no les fue mal al principio, acabaron fracasando. Entre las razones para ello, creo yo, estuvo el que trataban de forzar la Unidad de los alaveses contra... Bilbao, por ejemplo. Error. No conocían nuestra manera de ser.

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Sin partidos

En lo que yo estoy pensando, no puede ser en un partido. No se puede partir de 'parte', hay que intentar partir de todo, el que quiera, claro. Prefiero una asociación. Una colectivo que utilice como base de funcionamiento el Territorio Histórico de Álava. Nada más. Pero nada menos, según lo que nos cuenta la Historia. Que admita, cómo no, que Álava se integró en la novedad artificial de Euskadi por lo que digo, por lo de 'por la paz un Ave María', pero sin dejar de serlo, porque no puede dejar de serlo. La Historia no se borra, aunque se quiera, quisiera,.

Por mi parte, hasta aquí he llegado. Debo advertir que yo nunca seré de esa asociación, pero reconozco que me gustaría que alguien la pusiera en marcha. Alguien o aglgunos de los muchos que ya va habiendo que han salido rebotados de los 'partidos yenka'. Que, por moverse de forma personal, por no querer jugar al juego de 'puesto que esto lo dice el partido, amén' ya no salen en la foto. Estoy pensando en... un juego. Que cada uno lo haga por su cuenta. Yo me limito a darle forma titular a la posibilidad, Asociación Liberal de Álava, y a trasmitirle mi ánimo: ¡ALA! Álava.

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