![Aixa de la Cruz: «Me parece liberador no tener voz propia y que cada proyecto me dé una distinta»](https://s1.ppllstatics.com/elcorreo/www/multimedia/2024/03/14/AIXA%20DE%20LA%20CRUZ-kaiH-U2101808342605OrE-1200x840@El%20Correo.jpg)
![Aixa de la Cruz: «Me parece liberador no tener voz propia y que cada proyecto me dé una distinta»](https://s1.ppllstatics.com/elcorreo/www/multimedia/2024/03/14/AIXA%20DE%20LA%20CRUZ-kaiH-U2101808342605OrE-1200x840@El%20Correo.jpg)
Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Aixa de la Cruz (Bilbao, 1988) ha publicado seis novelas, un libro de relatos y ha participado en varios volúmenes colectivos por los que ha ganado un puñado de premios, incluido el de Euskadi de Literatura. Con un recorrido que se ha ido modelando desde ... los 18 años y por el que se ha convertido en una de las figuras más destacadas de la literatura, esta tarde abordará junto con Isaac Rosa (a las 19.00 horas) la apertura del primer Festival Internacional de Cuento que, impulsado por la Diputación de Álava, tendrá lugar en la Casa de Cultura Ignacio Aldecoa. Para acceder es necesaria la invitación, disponible en la web del certamen.
– Apenas existen certámenes similares en España.
– Es muy interesante el concepto del festival. Pillar un género que está en trampolín de salida y darle un lugar de reunión. El cuento tiene una genealogía extensísima en el continente americano y en España se va abriendo paso poquito a poco, está empezando a tener más visibilidad y lectores que hace diez años.
– ¿A qué se debe el cambio?
– Yo lo asocio con la irrupción de estas autoras latinoamericanas rollo Mariana Enríquez, Samanta Schweblin o Mónica Ojeda. Son unas cuentistas increíbles.
– 'Novela vs. Cuento'. Así se anuncia su charla. ¿Alguna pista de lo que abordarán?
– Se nos lanzó la idea, un poco en broma, de que nos metiéramos en un ring: uno defendiendo la novela y el otro el cuento. Lo bonito es que es imposible. Y es que no hay realmente esta competición que muchas veces se ha querido vender. Así que es posible que hablemos de cómo a nivel de mercado se ha intentado generar una falsa competencia entre un género menor y un género mayor. Los editores te presionan muchísimo si vienes del mundo del cuento con que publiques una novela, te lo venden como que has dado el paso.
– ¿El cuento es para los que empiezan, una introducción para escribir algo más extenso?
– Sí es algo que me encuentro mucho en los prejuicios que llevan los alumnos a mis talleres. Ahí sí se construye esta idea de empezar por lo breve y dar luego el salto a la novela. Tampoco es una tontería. En efecto, si quieres aprender de estructura, no hay nada más cerradito y más fácil de entender y, al mismo tiempo más difícil de hacer, que comprender cuál es la estructura de un relato. Pero esto al final tiene más que ver con la metodología de la enseñanza que con lo que pueda ser una esencia del género en sí.
– ¿Sigue escribiendo cuentos?
– Últimamente sólo lo hago cuando hay encargos directos. A mí me gusta mucho trabajar el cuento, pero es una cuestión también de posibilidades económicas, de venta del manuscrito. O sea, sí que me he sentido muy presionada en los últimos cinco o diez años con la idea de que, si quería establecerme profesionalmente en esto, era mucho más recomendable transitar por la narrativa más extensa. Por eso sí que me he ido alejando poco a poco de un género que me gustaría mucho retomar. Sobre todo porque creo que permite una libertad y una capacidad de experimentación, de probar cosas divertidas o nuevas que muchas veces no están al alcance dentro de la novela.
– En este oficio parece imposible escapar de la precariedad. ¿Cuántas publicaciones le ha llevado a usted salir de ahí?
– ¡Ostras! Ya. No sé si es elegante decirlo, pero muchas. Y claro, para mí claramente llegar a Alfaguara (con 'Las herederas') ha marcado la diferencia en muchas cosas. Principalmente en la posibilidad de que cada vez me hace menos falta recurrir a cosas ajenas a la literatura para ganarme la vida. Y eso también permite más tiempo de escritura y un acceso diferente al propio oficio.
– Con Isaac Rosa comparte que sus obras están marcadas sobremanera por un acento social.
– Siempre que escribo algo hay un inquietud interna muy medida por lo social que me acaba llevando a escribir. Y en todo lo que tiene que ver con reflexionar sobre las causas materiales de nuestros malestares íntimos, Isaac es un maestro. De hecho, he estado releyendo hace poquito 'Final Feliz' porque estoy con una especie de novela sobre lo romántico.
– ¿El amor es una de sus obsesiones actuales?
– Claro, de toda una vida (risas). Creo que tiene que ver con haber pensado mucho en qué libros me han constituido como escritora. Con irme a los orígenes para ver con qué novelas me aficioné a la lectura, qué era lo que más me gustaba de niña. Y claro, yo estaba obsesionada por este canon inglés del siglo XVIII-XIX. Todas estas novelas de amor romántico apasionado que al final construyen una educación sentimental muy particular. Entonces, estoy como muy interesada en retransitar por estos géneros, que además han estado muy asociados a lo femenino.
– ¿Va a cumplir su sueño de reescribir 'Cumbres Borrascosas'?
– Sí. Va muy por ahí.
– Ha transitado por casi todos los géneros. ¿Por cuál optará esta vez?
– Sólo consigo una forma personal de escribir literatura, que pasa por la memoria y por el recuerdo. Y en esto me da igual que esté haciendo ensayo, algo claramente autorreferencial o ficción pura. Yo soy el cuerpo y el cuerpo es el filtro por el que pasa todo, Se me ha naturalizado mucho la idea de que no necesito pensar el grado de autorreferencialidad que hay en una propuesta antes de ponerme con ella.
– Ha comentado otras veces que 'Las herederas' ha supuesto un punto de inflexión en su forma de escribir. ¿En qué?
– En términos estilísticos yo noté un cambio muy fuerte entre un tipo de prosa que empleaba en 'Cambiar de idea' a una mucho más lírica que me salía en 'Las herederas'. Me doy cuenta de que últimamente soy más lectora de poesía que de narrativa, que es algo que jamás me había pasado. Pero al mismo tiempo estoy con este nuevo proyecto. Y la voz vuelve a no parecerse en absoluto a ninguna otra. Esto es algo que me gusta del proceso de escritura que he descubierto. Igual estoy después de muchos años buscando una voz propia y acostumbrándome a la idea de que no la tengo y que eso me parece liberador, que es la esencia de cada proyecto el que me da una voz narrativa distinta.
– Algo que me llama la atención es que las protagonistas de sus dos últimos libros rondan la treintena. ¿Diría que lo suyo es lectura generacional?
– Me gustaría pensar que no. Igual que cuando me dicen si sólo leen mujeres mis libros por la temática femenina. Ojalá no sea así. Porque yo creo, al menos como lectora, que ya no busco tanto lecturas donde me sienta representada sino todo lo contrario. Creo que un gran motor de lo que nos apasiona como lectores es encontrarnos con la alteridad. Y, por tanto, incluso si sigo transitando universos con mujeres de mi edad, me parecería fascinante que interesara mucho pues a señoras de setenta años, a señores de cincuenta o a chavalitos de quince. No por mí, sino porque me gustaría pensar que la literatura consigue que tengamos este interés por trascender nuestra propia burbuja.
– En 'Cambiar de Idea' cuenta que su abuela le leía San Juan de la Cruz con tres años. Ahora tiene una hija. ¿Cómo le transmites esa pasión por la lectura?
– Es muy curioso. La profesora de mi hija dice que no muestra ninguna curiosidad por los libros. Pero sí que ella es una narradora nata. O sea, su forma de estar en el mundo es contándote mentiras elaboradísimas que duran veinte minutos y que, por tanto, ya son ejercicios ficcionales. Así que no sé muy bien si realmente es algo que le trasladaremos y no sé si tiene que ver con que le gusten los libros o con una forma de mirar el mundo.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.