Airbus desatasca el túnel del viento de Miñano después de más de diez años sin uso

Según han confirmado a EL CORREO fuentes del entorno del Parque Tecnológico, Airbus participa en uno de los proyectos que emplea la infraestructura que ya está en condiciones para operar. No se trata de un acuerdo de gran envergadura en lo económico, pero sí de calado simbólico, ya que el contrato fue suficiente para que el Gobierno vasco destinara 600.000 euros a recuperar el software y los componentes de la instalación. Cantidad que añadió a los 300.000 euros que sirvieron para acondicionar las oficinas del edificio de la antigua Epsilon Euskadi y en las que se instaló la compañía aeroespacial AVS. La empresa liderada por Miguel Ángel Carrera participa en varios proyectos de la NASA.

Las obras finalizaron el pasado noviembre bajo la dirección de la Fundación CTA (Centro de Tecnologías Aeronáuticas), un organismo que impulsa proyectos de investigación y que está compuesto por las principales empresas vascas del sector: ITP, Aernnova y Sener, además del Gobierno vasco y de las diputaciones de Bizkaia y Álava.

El CTA gestiona el túnel del viento que ya suma, además del de Airbus, otros proyectos y peticiones de uso. El principal objetivo es el diseño y desarrollo de materiales enfocados al aumento de la sostenibilidad, la reducción de consumo de combustible y la electrificación de la aviación. Será en mayo cuando se den a conocer los primeros detalles de las iniciativas en las que se trabaja en unas instalaciones cuya adecuación ha requerido de un importante esfuerzo técnico.

La consejera de Desarrollo Económico del Ejecutivo vasco, Arantxa Tapia, visitó las instalaciones con responsables de Airbus después de firmar un memorando de colaboración para reforzar la industria aeronáutica vasca.

Este marco se prolongará durante los próximos cuatro años y buscará iniciativas concretas para un sector que cuenta en Euskadi con dos proveedores de primer nivel (Tier1) internacional, como ITP y Aernnova, pero también con una importante red de empresas de apoyo que van desde los mecanizados hasta la electrónica.

El túnel del viento está abierto también, según acordó el Parlamento vasco a iniciativa de Bildu, a proyectos de investigación de las universidades vascas y de los centros de formación profesional. Un uso más para tratar de dar carpetazo a las deudas de 16 millones de euros del proyecto de la Fórmula 1 de Epsilon Euskadi y que asumió la sociedad del Parque Tecnológico de Miñano.