Un agricultor instala un aspersor de regadío. E. C.

Los agricultores de Noryeste quieren invertir 5,4 millones para mejorar su regadío

Se captarían 230 litros por segundo de los ríos Zadorra y Santa Engracia para garantizar el suministro de agua en las épocas más secas

Viernes, 5 de julio 2024, 00:35

Los agricultores adheridos a la comunidad de regantes de Noryeste quieren renovar su infraestructura y así garantizar el suministro de agua. Porque incluso este año, en el que ha habido meses con récords de precipitaciones, los profesionales temen que haya problemas en esta zona cercana ... al embalse de Ullíbarri-Gamboa durante los momentos más secos del verano. De ahí que tengan proyectada una inversión de 5,4 millones de euros para la captación de los ríos Zadorra y Santa Engracia, según la documentación que han entregado al departamento foral de Agricultura, que dirige Noemi Aguirre, y a la que ha tenido acceso EL CORREO. La idea es tomar 230 litros por segundo para garantizar la labor del primer sector en el entorno de Arrazua-Ubarrundia.

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Se trata de captación de agua, ya que hace tiempo que se dio por imposible el almacenamiento en la fallida balsa de Noryeste. De hecho, la firma navarra Heliosolar y la vitoriana Stansol Energy cuentan con un proyecto para aprovechar veinte hectáreas del gigantesco socavón que se excavó a finales de los noventa para instalar dos parques fotovoltaicos y suministrar electricidad a alrededor de 3.700 hogares.

La comunidad de Noryeste también prevé el desarrollo de un pequeño huerto solar de 980 kilovatios (KW) que, en su caso, proporcione energía a la estación de bombeo que enviará el agua a los regantes. La idea es 'jubilar' el actual equipo diésel que se encuentra en los laterales del Zadorra y del Santa Engracia y, reconocen en el informe que está en periodo de información pública, «existe riesgo de vertido del carburante, gasóleo, en la actividad de repostaje debido a que la capacidad de los depósitos es de unos 200 litros por equipo».

La previsión de este documento es que los trabajos se puedan completar en el plazo de doce meses. La idea es que garantizando el regadío se pueda apostar por cultivos distintos al cereal, como pueden ser la patata de consumo, la remolacha, la espinaca, la judía verde y el guisante de verdeo.

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