Las agresiones sexuales empañan el mes de agosto en Vitoria

Uno de los casos más graves sucedió la semana pasada, cuando un hombre agredió sexualmente a una joven e intentó estrangularla en Alegría-Dulantzi. La chica, una estudiante sevillana afincada en Vitoria, se dirigía a su trabajo en un comercio cuando un conocido se ofreció a acercarla en su coche desde la estación de tren. Él desvió el vehículo con la excusa de repostar y condujo hasta un camino rural, donde «intentó estrangularla y la agredió sexualmente», según el departamento vasco de Seguridad.

La víctima apenas llevaba un mes trabajando en el negocio, pero según la versión de varios vecinos, él acudía con frecuencia a realizar compras desde que ella había empezado a trabajar allí. Tras el intento de homicidio, la víctima pudo zafarse y dar la voz de alarma. La Ertzaintza no tardó en detener al agresor, un hombre de 35 años vecino de Alegría y muy conocido tras haber regentado un local hostelero años atrás. Con antecedentes policiales, el juez decretó su ingreso inmediato en la cárcel de Nanclares de la Oca.

Antes de este terrible suceso, las fiestas de Vitoria fueron escenario de varias situaciones de violencia contra las mujeres. Durante La Blanca se produjeron cuatro denuncias por abusos y agresiones sexuales, a las que en los días siguientes se sumaron dos más, alcanzándose así la cifra de seis en apenas una semana. «Las chicas viven en la fantasía de la igualdad y se comportan con los chicos en un plano de igualdad, sin llegar a creer que un hombre que está con ellas de fiesta o les invita a su casa les pueda llegar a violar», lamentaba Begoña Muruaga, cofundadora del Foro Feminista María de Maeztu, durante una entrevista concedida a este periódico tras el desalentador balance festivo.

El episodio de mayor gravedad en fiestas ocurrió la madrugada del día 8. Un menor de edad agredió sexualmente a una adolescente en el parque de La Florida tras apartarla de su grupo de amigas. Ellas avisaron a la Ertzaintza, que encontró minutos después a víctima y a agresor juntos en un espacio cercano. La adolescente presentaba varios arañazos y el chico reconoció el ataque durante su declaración en el juzgado. Dada la gravedad de los hechos y al tratarse de un menor tutelado por la Diputación, fue trasladado al centro de Zumarraga, el único en régimen cerrado del País Vasco.

El día 5, horas después de la Bajada de Celedón, se produjo el primer caso de esta serie en la que todas las víctimas comparten dos características: ser mujer e intentar disfrutar del ambiente festivo. Entonces, un hombre de 34 años realizó tocamientos a dos chicas de 27 en un bar de la calle Cuchillería. Fueron los clientes del local quienes, tras haberle recriminado su actitud, le retuvieron hasta la llegada de una patrulla policial que procedió a su detención.

El último día de fiestas se tuvo constancia de otros dos episodios. Por la mañana, un varón de 47 años se propasó con una joven en un bar de la calle Siervas de Jesús tras seguirla durante un buen rato y dirigirse a ella y a una amiga que la acompañaba en «tono molesto». Fue arrestado en el mismo lugar por agentes de la Ertzaintza. Ya por la noche, una menor de sólo 14 años sufrió tocamientos de carácter sexual por un hombre de 46 que le había invitado a subir a su piso con el pretexto de dejar unas maletas.

Sin embargo, el fin de La Blanca no supuso el fin de la violencia sexual. El día 10, un hombre de 37 años acorraló e intentó besar a una joven a plena luz del día en Coronación. También en ese barrio, dos días después, un varón acosó y realizó tocamientos a una mujer en el interior de un cajero automático cuando ella se disponía a sacar dinero.