Policías tildan de «inusual y preocupante» el ataque de 30 menores a un adulto en Vitoria

Integrantes de la Ertzaintza y la Policía Local consultados por EL CORREO tildan de «inusual» y «preocupante» la agresión grupal, saldada con magulladuras y contusiones para la víctima. «Son habituales las peleas entre menores los fines de semana, pero que se atrevan con un adulto se sale de la norma», coinciden la docena de efectivos consultados.

La plaza de la Virgen Blanca, así como las inmediaciones del Parlamento vasco y de la catedral nueva se han convertido en escenarios para esas grescas adolescentes. En cambio, lo de San Martín «es nuevo». En otras ciudades del país sí se han producido este tipo de episodios violentos.

«Puede ser que esos chicos reaccionaran de forma violenta a una llamada de atención del viandante o a una mala mirada. Por supuesto, ninguna de las dos justifica lo denunciado por la víctima, pero sí podrían darnos alguna pista sobre lo sucedido», puntualizan estos medios.

Nada se sabe de estos chicos, «claramente menores» según testigos directos. Vestían ropas negras y blancas, como si fuera una seña de identidad o la evidencia de su pertenencia a alguna banda juvenil de nueva creación. Se desplazaron en bloque desde la plaza de la Virgen Blanca. En total rozaban los 60 integrantes ya que otro número similar de chicos y chicas esperó en Adriano VI, a la altura de las instalaciones deportivas de San Martín. Todos se disgregaron con la irrupción de los coches patrulla.

Ayer martes, los vecinos de esta zona seguían sorprendidos por lo sucedido. «Por aquí no les habíamos visto antes. Hay botellones en los frontones y a veces se zurran entre ellos, pero no son estos», aseguró convencida una residente de la calle Adriano VI.

El Jueves Santo, tras peinar sin éxito buena parte de San Martín, las patrullas de la Ertzaintza se dirigieron a la plaza de la Virgen Blanca, donde se concentran decenas de menores. No los encontraron. Los días posteriores, también festivos, tampoco volvieron a dejarse ver o sortearon con éxito el radar de los patrulleros de ambos cuerpos policiales. No hay constancia de ningún otro ataque adolescente de similar factura desde entonces.