La aduana del Brexit colapsa Foronda con retenciones de más de 8 horas

Ayer fueron nada menos que 80 los camiones que acudieron a las instalaciones cargueras del aeródromo, concretamente a la firma Decoexsa, donde se encuentra el PIF, a completar el despacho de aduanas con sus cargas, fundamentalmente frutas, verduras y hortalizas frescas (productos perecederos) procedentes de zonas como Levante o Murcia. El particular aluvión de vehículos, que comenzaron a llegar hacia las siete de la mañana, generó un tapón de varias horas de espera, en pleno temporal de nieve. Hasta bien entrada la noche aún había camiones haciendo cola para entrar. Y eso solo era el principio. Tras recalar en la infraestructura alavesa para lograr la obligatoria autorización para entrar con sus mercancías a territorio británico, a continuación les esperaban mas de mil kilómetros hasta el Canal de la Mancha, donde embarcarían en un ferry que les llevaría hasta las islas.

Por eso, el embotellamiento a las puertas de Foronda, donde la fila de vehículos pesados llegaba hasta la carretera antes de la entrada del parking, generó numerosas protestas entre los conductores, que se tuvieron que armar de paciencia. «Llevo tres horas aquí parado», aseguraba Fernando desde la cabina de su camión. «He salido a primera hora desde Alcira (Valencia) y desde mi empresa me han mandado al aeropuerto de Vitoria, al tener concertado aquí el pase para validar la documentación de la carga. Nunca había venido aquí a hacer este trámite», reconocía. «Después, tengo previsto coger el ferry en Le Havre pasado mañana, y de ahí a Portsmouth», explicaba.

La estampa que se produjo en Foronda, que en estos momentos apenas registra vuelos de pasajeros por la crisis sanitaria, fue realmente llamativa. Parados en el carril derecho de la carretera de entrada, con las luces de emergencia encendidas, los camioneros bajaban de sus cabinas para estirar las piernas. Si antes del Brexit la ruta entre Valencia y el Canal de la Mancha la completaban en un par de días, «ahora nos supone un día y medio más de viaje a la ida y otro tanto a la vuelta. Tres jornadas más en total. Antes todo esto nos lo ahorrábamos», protestaban José Sarrión y Paco García, cuyas cámaras frigoríficas conservaban lechugas, brócolis, apios y otros productos de la huerta levantina. «Esto es como volver 25 años atrás. Todos sabíamos que este colapso iba a ocurrir, y no ha habido previsión», lamentaban.

Según explicaron los profesionales del volante, las empresas de transporte «se van amoldando sobre la marcha, ahora nos tienen que lanzar con más tiempo a la carretera en previsión de estas incidencias». Y si no llegan a tiempo para el ferry, como le ocurrió ayer a más de un conductor, «nos van cambiando el billete».

Por su parte, responsables de la firma Decoexsa apuntaron a EL CORREO que el atasco de camiones se produjo debido a los últimos días festivos, en los que se habían «acumulado» camiones, pero esperan que poco a poco se vaya «suavizando» el problema. Además, ayer ampliaron su jornada para intentar atender al mayor número posible de trámites. Su previsión es la de recibir «unos 100 camiones al día» a partir de ahora, lo que incrementará la actividad del PIF considerablemente. Por ello, sugieren que sería «un buen momento» para ampliar las instalaciones de Foronda, ya que «no hay parking, ni cafetería ni servicios para camiones».