Amador García Chávarri, un pionero en Rioja Alavesa

García, uno de los «pioneros» del sector en Rioja Alavesa, como coinciden en señalar en sus círculos familiares y sociales, inició su trayectoria en la profesión a finales de la década de los 60. No sin gran esfuerzo. Miembro de una numerosa familia con nada menos que otros nueve hermanos, en su juventud marchó a Alemania para trabajar en la factoría de Mercedes-Benz, desde donde consiguió que le trasladaran a la fábrica de la marca en Vitoria.

Fue en el 69 cuando comenzó a comercializar sus vinos en la capital alavesa con Bodegas Garpe, una etapa de «duro trabajo y aprendizaje» que compatibilizó con su empleo en la planta automovilística en la ciudad, como repasa su familia. Posteriormente abrió su bodega Amador García, construida en 1982 en Baños de Ebro, para dedicarse al 100% al mundo vitivinícola, su gran pasión y «un sueño hecho realidad».

Amador era un hombre «muy generoso, afable, simpático. Muy bueno y querido», recuerda su hija, Rosa García, que junto a sus otros tres hermanos está al mando de la bodega creada por su progenitor desde principios de siglo, siempre bajo los «consejos y enseñanzas» de su padre. La también presidenta de la Ruta del Vino de Rioja Alavesa destaca su «gran dedicación» a la profesión. «Fue de los primeros en Rioja Alavesa. El vino era su vida», evocó mientras agradecía las múltiples muestras de cariño que recibieron por la defunción de este apreciado bodeguero y cabeza de familia.

«Era un hombre muy conocido y querido en Baños de Ebro, un referente por lo temprano que comenzó su trayectoria», destacó el alcalde de la localidad, Francisco Javier García. Bodegas Amador García, que comercializa unas 400.000 botellas al año, está presente cada temporada en las más importantes citas del sector, como ProWein en Düsseldorf (Alemania), la feria más relevante a nivel mundial a la que también asistió este curso, en mayo.