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Allal El Mourabit, el yihadista que desapareció la noche del 27 de septiembre de 2023 en un parque de Salburua, en Vitoria, ha sido ... detenido en Francia acusado de asesinar a tres agricultores en Navarra y Cataluña. Estos crímenes se produjeron en zonas rurales entre noviembre de 2023 y enero de 2024, cuando ya se encontraba en busca y captura. En el momento en que se esfumó, este vecino de la capital alavesa se arrancó la pulsera telemática que controlaba sus movimientos.
Conocido como el 'yihadista camionero', este vecino de la capital alavesa de 54 años se encontraba en busca y captura desde entonces. El Mourabit, de origen marroquí y nacionalidad española, fue arrestado el martes en la localidad francesa de Béziers, en el barrio de Faubourg. Sobre él pendía una una orden europea de detención por triple homicidio, que emitió hace unos días un juzgado de Navarra, según ha desvelado la prensa francesa.
El primer crimen que se le imputa ocurrió el 22 de noviembre de 2023, cuando ya estaba desaparecido. El ahora detenido supuestamente mató a un hombre cuando salía de trabajar en un campo de olivos en una zona apartada de Tudela, en Navarra. Un mes después, el 21 de diciembre, otro agricultor, éste de 80 años, perdió la vida en extrañas circunstancias en Ribaforada, también en Navarra. El tercer y último hecho ocurrió apenas unos días después, el 5 de enero, cuando otro trabajador de 84 años fue hallado muerto por su mujer en Vilanova de la Barca (Lleida). Los investigadores creen que tras este último crimen huyó a Francia en el coche de la víctima.
Las investigaciones se desarrollaron en paralelo por la Guardia Civil, Policía Nacional y Mossos D'Esquadra. El cruce de todos sus indicios y la creación de «un equipo conjunto de investigación» permitieron determinar que los tres homicidios se habían cometido por la misma persona. Efectivos de todos estos cuerpos estuvieron presentes en el arresto del sospechoso el pasado martes.
Según ha confirmado el instituto armado, el presunto autor de estos hechos «parecía moverse a pie por zonas rurales y pernoctar a la intemperie o en lugares abandonados». Al parece se valió de «un machete o similar» para acabar con sus víctimas «con el fin de sustraerles el vehículo para poder desplazarse». Tras su último crimen, cometido en Lleida el 5 de enero de 2024, las pesquisas permitieron acreditar que huyó esa misma tarde por Andorra hacia Francia. «La labor reconstructiva de sus posibles movimientos en España, así como el minucioso análisis de todas las zonas rurales en las que estuvo pernoctando, permitió lograr una imagen del autor y su posterior identificación».
Como Allal, su familia reside en Vitoria desde hace años. Estos parientes siempre han defendido que el ahora arrestado no era yihadista y que «alguien se lo había llevado». Una versión refutada ahora por su captura en Francia.
Este camionero de profesión lleva años en el radar de la Policía Nacional y de la Guardia Civil. Siempre por sus lazos con el yihadismo. Estuvo etiquetado como «muy peligroso». Y ya fue detenido por la Guardia Civil en Irún en noviembre de 2016 y condenado por terrorismo dos años después. Ese arresto se produjo cuando conducía el camión de gran tonelaje con el que trabajaba para una empresa de transportes. Los investigadores comprobaron que había intentado enrolarse en las filas del Daesh en Siria, para lo que había viajado a Turquía. Le cayeron tres años de prisión y otros tantos de libertad vigilada.
Cuando fue arrestado por primera vez, regresaba con su vehículo de Alemania, donde mantenía contactos con otras personas radicalizadas. La Audiencia Nacional llegó a investigar si había planeado atentar en España valiéndose de su empleo. Transportaba mercancías por media Europa. Tras estar en prisión durante un tiempo, volvió a ser arrestado por la Guardia Civil en Pamplona, de nuevo a bordo de su camión, esta vez acusado de «autoadoctrinamiento» en redes sociales, donde justificó los atentados suicidas y las ejecuciones perpetradas por el Daesh.
En septiembre de 2023, cuando estaba en libertad vigilada tras un nuevo paso por prisión desapareció sin dejar rastro. Muy cerca de la comisaría de Betoño, en el barrio de Salburua, la Policía Nacional encontró su pulsera telemática y el patinete con el que se movía por la capital alavesa. Ahora se investiga cómo se trasladó desde Vitoria hasta Navarra, el primer punto de sus crímenes.
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