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El acusado de una violación en una lonja okupada en Vitoria ataca a otra mujerCuatro días. Éste es el tiempo que ha tardado en volver a delinquir el acusado de violar a una mujer el 12 de agosto, en una lonja okupada ubicada en la calle Bruno Villarreal, y que ha permanecido como preso preventivo en la prisión ... alavesa de Zaballa hasta el pasado viernes.
Según ha sabido este periódico, la tarde del martes 'reapareció' en los radares policiales, que le creían a buen recaudo en una celda del mayor centro penitenciario vasco. Presuntamente abordó a una viandante en la calle Cruz Blanca. Se abalanzó sobre ella y trató de arrancarle la cadena que llevaba al cuello. En el forcejeo le provocó varias «lesiones en las extremidades» puesto que ambos cayeron al suelo. Al no lograr su objetivo huyó a la carrera.
Agentes de la Policía Local de Vitoria le prendieron poco después cuando trataba de refugiarse en la lonja donde sucedió la agresión sexual de agosto y en la que vive. Otros dos okupas de este lugar figuran como sospechosos de participar o colaborar en aquel ataque.
La sorpresa en la comisaría de Aguirrelanda llegó al teclear su NIE (Número de Identidad de Extranjero). Correspondía al supuesto violador que creían interno de manera provisional desde el 14 de agosto. Este periódico ha constatado que salió el pasado viernes. En la cárcel de Zaballa recibieron una comunicación oficial del juzgado encargado de la investigación. La orden era clara, decretaba su «libertad provisional». No han trascendido los motivos para este movimiento.
El mandato judicial, eso sí, ha causado sorpresa tanto en las bases de la Policía Local como en las de la Ertzaintza, cuerpo que le prendió en agosto tras la denuncia interpuesta por la víctima de la violación. «La prueba de que estamos ante un delincuente habitual y que no va a cambiar es este ataque a otra mujer», denuncian medios policiales.
Este hombre nacido en 1977 se instaló hace unos meses en la lonja okupada de Bruno Villarreal, donde convive una población flotante que oscila entre los quince y los veinte habitantes. Se trata de un espacio muy codiciado entre los okupas puesto que dispone de agua corriente. Los vecinos legales de la zona les acusan de «robar» y «amenazar».
El miércoles, este supuesto violador fue puesto a disposición judicial por su ataque de Cruz Blanca. A las pocas salió en libertad con cargos; tentativa de robo con violencia y lesiones.
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