Ha habido que aguardar hasta las 14.00 horas de este martes para escuchar el testimonio de la víctima de uno de los peores casos de violencia de género vividos en los últimos tiempos en Álava. A esa hora, en la vista oral celebrada en ... la Audiencia Provincial de Álava, se ha proyectado la grabación con la primera declaración de esta mujer, supuestamente secuestrada y violada repetidamente durante una semana en una lonja okupada de Vitoria a manos de su expareja. Este hombre se enfrenta a un global de 26 años de cárcel.
Su antigua pareja sentimental y la presunta raptada no ha declarado en persona porque se encuentra ingresada en un centro psiquiátrico. Desde que ocurrieron los hechos, mayo de 2022, no ha levantado cabeza. En la grabación, correspondiente a su declaración en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer, sala que llevó su caso y la entrevistó días después de su liberación, esboza un auténtico infierno sufrido en esa estancia de la almendra medieval de la capital del País Vasco.
Cabe recordar que, según la denuncia, su encierro duró entre el 25 y el 31 de mayo de 2022. Justo después de que él recibiera una orden de alejamiento por propasarse con esta mujer de origen magrebí. Le mostró un cuchillo y la condujo hasta esta estancia, que a día de hoy permanece cerrada a cal y canto. A partir de ahí, una pesadilla. «Yo no salía de la lonja. Él sí y ponía un candado». Como, al parecer, sólo le daba alcohol, esta mujer tenía las facultades anuladas y por eso no pidió auxilio.
«Me decía que iba a violar a mi hija. Así que yo me callaba y me dejaba», explica muy afectada en el vídeo. En un momento dado cifra en «hasta siete» violaciones al día. Su narración ha sido avalada por el equipo de expertos de la Unidad de Valoración Forense del Palacio de Justicia, quienes han dictado que su relato es «coherente«. Esta mujer sufre trastornos mentales agravados por el consumo de alcohol y tóxicos.
Por su parte, el presunto verdugo se ha presentado hoy como víctima. Ha sido el primero en declarar en la Audiencia Provincial de Álava. A eso de las 9.30 horas. Este acusado, también de origen extranjero, se encuentra en prisión preventiva desde junio de 2022 después de ser detenido tras ser pillado en la calle cuando acompañaba a su ex una consulta médica ineludible. Sabía que si no la llevaba, desde el hospital llamarían a la Policía puesto que figuraba como víctima de violencia de género y el tenía una orden de alejamiento.
«Es una moda denunciar»
Sin embargo, ante los magistrados Jesús Poncela, Elena Cabero y Ana Zulueta ha intentado dar la imagen de ser el verdadero perjudicado en esta causa. Ha negado cualquier secuestro y ataque sexual a la denunciante. «Ahora en día es una moda (en referencia a las denuncias por violencia de género) porque hay mujeres que se aprovechan de la ley para conseguir casa y salario», ha arrancado tras rechazar varias veces haber protagonizado ataque alguno. Sobre su ex ha añadido que «lo más probable es que no esté para declarar».
Asimismo ha incurrido en varias contradicciones. También ha negado que durante esa semana de cautiverio ella estuviera en la lonja. Tampoco la vio aquellos días, ha asegurado. Sobre su semen, localizado en las ropas de ella y en sus partes íntimas, ya no ha sabido qué decir aunque sí ha contado que unos ocho días antes de la liberación de la mujer mantuvieron relaciones sexuales «consentidas».
Éste se antoja uno de los puntos claves de este proceso penal. Si los restos biológicos corresponden al supuesto cautiverio o si, por el contrario, datan de esa supuesta relación íntima previa. En ese sentido, los informes periciales en manos de los magistrados serán determinantes.
Este preso preventivo en Zaballa tiene que responder por ocho cargos, a cada cual más grave; lesiones (dos episodios), coacciones, vejaciones, amenazas continuadas, delito continuado de quebrantamiento de condena, detención ilegal y delito continuado de agresión sexual. En total se enfrenta a 26 años de cárcel, de los que ya ha cumplido un par.
Se trata de uno de los episodios machistas más graves aflorados en los últimos tiempos en nuestra provincia. Entre el 25 y el 31 de mayo de 2022, este vecino de 45 años «con antecedentes» presuntamente secuestró y forzó a la que fue su pareja sentimental en una lonja del Casco Viejo. Pese a que no podía acercarse a ella por orden judicial -cuenta con tres condenas previas- la abordó por la calle.
«Me dijo: 'Voy a violar a tu hija, que sé que es virgen. Ya sabes dónde tienes que ir'», subraya en el vídeo la víctima, con la que en septiembre de 2021 inició una relación de ida y vuelta. Según la Fiscalía de Álava, la amenaza surtió efecto. «Atemorizada», le acompañó hasta la lonja, donde permaneció retenida contra su voluntad en un lugar inhabitable, rodeada de basura, sin cuarto de baño y con un colchón como único mueble. Aparte de quitarle el móvil y mantenerla encerrada bajo llave, durante esa semana de cautiverio sólo le dio alcohol, mezcla perniciosa para esta mujer, con «un trastorno por consumo» de esa droga legal.
«Voy a por tus hijos»
A lo largo de esas jornadas de pesadilla, asegura el Ministerio Público y la acusación particular, los golpes y amenazas para forzarla sexualmente fueron constantes. «Si no lo haces va a haber consecuencias para ti y para tus hijos, sé quiénes son y dónde viven, voy a ir a por ellos. Pertenezco a comandos terroristas de Argelia», le soltaba para conseguir su sumisión.
El 31 de mayo, el acusado la permitió salir porque tenía cita médica en el COTA (en realidad, ella se lo inventó para lograr salir al exterior) y temía que, al no comparecer, hubiera un aviso a la Policía. El caso salió a la luz gracias a un agente local fuera de servicio quien les vio discutir y, a él, darle una bofetada. Persiguió al agresor y lo retuvo hasta la llegada de refuerzos. Hasta cuatro policías locales han ratificado esta versión de los hechos esta mañana.
El Juzgado de Violencia sobre la Mujer decretó su prisión preventiva. Hace unos días, tras casi dos años entre rejas, la Justicia amplió esa condición otro año y medio más. Una amiga del ahora reo ha dicho que al menos una de las noches en que sucedieron los hechos «durmió en nuestra casa». Tanto la Fiscalía como la acusación particular creen que esa salida podría ser compatible con que dejara encerrada a la víctima.
La sentencia se espera a finales del próximo mes de julio.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.