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El extrabajador de la perrera municipal de Armentia investigado por presuntos abusos sexuales sobre cuatro voluntarias de Apasos entre «verano de 2018 y mayo de 2020» dio el lunes su versión de los hechos. Ante el Juzgado de Instrucción número 4, sala que estudia este ... caso destapado por EL CORREO, sorprendió al presentarse como víctima. Acusó a las denunciantes de acosarle de manera «constante». Esta investigación nació hace dos años porque ellas le señalaron por numerosos tocamientos e insinuaciones.
En una declaración por videoconferencia desde la prisión de Zaballa, donde cumple condena de seis años por «agresión sexual» a la que fuera su pareja sentimental, habló de «humillaciones» y que «me hacían la vida imposible». Siempre según su testimonio, hasta pensó en «quitarme la vida».
El sospechoso de abusos sexuales a las cuatro voluntarias apuntó que desde «el principio» dio parte del conflicto a los máximos responsables de la instalación municipal, conocida de manera oficial como Centro de Protección Animal. También hizo lo mismo con los entonces directivos de la protectora, hoy alejados de ese colectivo animalista. Al menos uno de ellos le aconsejó cogerse «la baja».
Y es que en el juzgado investigan a estos funcionarios y a los antiguos dirigentes por «omisión del deber de impedir delitos». La acusación particular -en representación de las cuatro víctimas de los abusos sexuales- defiende que tuvieron conocimiento «en septiembre de 2019 y no se hizo nada». Hubo un nuevo aviso «en febrero de 2020» y otro «el 20 de mayo» de ese mismo año. Ahí sí se produjo una investigación interna.
Tras desvelar este periódico el caso el 5 de julio, el Gabinete Urtaran acudió a la Fiscalía al día siguiente. A partir de ahí, las posturas de Apasos y el Consistorio se alejaron tanto que cruzaron varias denuncias, aún en estudio. Incluso la protectora fue expulsada de la perrera hasta que un juzgado obligó a su readmisión.
Durante el interrogatorio del lunes, al ser preguntado sobre las denunciantes, el principal encausado sorprendió al decir que a una «no le pongo cara» y tildar de «pesada» a otra de las víctimas. Negó cualquier tocamiento u otro comportamiento ilícito sobre estas personas. Incluso aseguró que «jamás» ha atacado a ninguna mujer. El miércoles 25 de mayo aceptó ante la Audiencia Provincial de Álava una «agresión sexual» a su expareja, también exvoluntaria de la perrera, a cambio de una rebaja en la pena. Le cayeron seis años, de los que casi ha cumplido dos.
Con esta declaración, el escándalo de los abusos sexuales en la perrera cierra su fase de investigación. A partir de ahora, Instrucción número 4 decidirá si atisba indicios de delito -con lo que derivaría a un juzgado de lo Penal o a la Audiencia- o si archiva.
Una derivada del caso de los abusos sexuales en la perrera municipal corresponde a si el Gabinete Urtaran miró para otro lado «durante meses». Así lo sostiene la protectora animalista Apasos, que denunció por «prevaricación» al teniente de alcalde y concejal de Hacienda y Función Pública, el jeltzale Iñaki Gurtubai. Le acusan de «tapar» a los tres responsables del instalación de Armentia. Este proceso paralelo se dirime en el Juzgado de Instrucción número 3 de Vitoria, que acaba de ampliar seis meses la fase de investigación.
Hace justo un año, el concejal con más peso del Gobierno municipal ya declaró como «investigado», lo que antes se denominaba imputado. Esta mañana de viernes le tocaba hacerlo, pero en calidad de testigo, a su compañera Livia López. Aunque la titular de Deportes y Salud ha acudido al Palacio de Justicia poco antes de las 9.30 horas, la jueza sustituta de Instrucción número 3 ha decidido suspender su testimonio. Se desconoce aún cuándo será citada de nuevo.
Esta sala tiene el cometido de dilucidar legalmente si el Ayuntamiento de Vitoria, en la persona de Gurtubai, hizo caso omiso a las llamadas de ayuda de las víctimas o si su proceder resultó del todo correcto, como siempre ha subrayado el Gabinete Urtaran.
En este sentido, las partes personadas en el proceso debían haber visionado el martes varias grabaciones de unas comisiones municipales en las que, siempre según la denuncia de Apasos, Gurtubai «mintió al informar» sobre la respuesta municipal a los supuestos ataques sexuales del que fuera empleado de la perrera. Sin embargo, ante la baja de la titular de la sala, María Elena Rodríguez, su sustituta también optó por suspender este paso, que también se halla a la espera de fijar otra fecha.
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