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Los vitorianos afrontarán desde enero de 2025 una subida de impuestos y tasas municipales generalizada del 4%. Es el incremento pactado entre el Gabinete Etrxebarria y EH Bildu, que acaba de anunciar la portavoz de la coalición nacionalista en el Ayuntamiento de Vitoria, Rocío ... Vitero. El incremento acordado es menor del que recogía la propuesta del Ejecutivo en minoría PSE-PNV, que planteó una subida media del 6,34% que afectaba a todos los precios públicos menos a las basuras. «Permitirá recaudar 15 millones más», ha concretado la portavoz municipal de EH Bildu.
Diez de esos millones procederán de la subida de las basuras. Y de los cinco millones restantes, cuatro de cada diez euros, según Vitero, lo soportarán las empresas que paguen el Impuesto de Actividades Económicas, el IBI para superficies especiales como el aeropuerto de Foronda y el recargo del 50% de este impuesto de bienes inmuebles para viviendas vacías.
Según sus cálculos, una familia de cuatro miembros que viva en un piso de 90 metros cuadrados, que tenga abono de instalaciones deportivas y coche pagará en 2025 de media 74 euros más de impuestos y tasas municipales, sin contar las bonificaciones a las que tenga derecho por ejemplo por ingresos bajos, por usar adecuadamente el contenedor de orgánica o por participar en programas de uso de compost. Y es que la propuesta de EH Bildu incluye un amplio abanico de tramos y descuentos. «Creíamos que la propuesta del Gobierno PSE-PNV era manifiestamente mejorable. Le faltaba progresividad y en algunos casos era incluso regresiva», ha indicado la líder de este grupo municipal.
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La recogida de residuos se duplicará, como estaba previsto, para dar cumplimiento al mandato de la Unión Europea que dicta que estos servicios deben dejar de ser deficitarios desde el año que viene. La recaudación estimada por esta vía será de 10 millones de euros, según ha concretado Vitero. La cuantía exacta en la que se cifraba el déficit del servicio. Divide eso sí el cobro de este impuesto en nueve tramos en el caso de las viviendas, de manera que los pisos menores de 90 metros cuadrados van a soportar una importante subida pero «menor» que la que planteaba en origen el Gabinete Etxebarria. Por contra, será mayor que la inicial en los de los de más de 120 metros cuadrados.
En el caso de los pequeños establecimientos comerciales y hosteleros, Vitero habla de una repercusión de estos recibos «muchísimo más equilibrada». Así el incremento de las basuras en comercios de menos de 300 metros cuadrados, bares de menos de 200 metros cuadrados y restaurantes de menos de 250 metros cuadrados será «hasta un 50% menor» que el planteado por PSE-PNV. «La subida va a afectar a todo el mundo pero hemos conseguido más progresividad y evitar que paguen los más vulnerables».
Se incrementará además el IBI un 50% a los dueños de pisos vacíos, una medida que en la negociación fiscal del pasado año ya estuvo encima de la mesa pero no cuajó -entonces el Ejecutivo PSE-PNV abogó por un incremento del 25%-. Para el IBI se plantea además un nuevo tramo cero (no deberá ser abonado) para los ingresos inferiores al Salario Mínimo Interprofesional y otras bonificaciones.
EH Bildu propone para Vitoria que los dueños de viviendas vacías paguen un 50% más de Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) en un intento de sacar estos pisos al escaso mercado de alquiler. Ya lo ha hecho en Llodio, donde pretende girar un recibo más abultado de lo normal a 660 titulares de viviendas desocupadas. Urkabustaiz ya aplica ese recargo y Zuia lo tiene aprobado pero no lo ha ejecutado. El problema que se plantea en la capital alavesa es el de saber con exactitud cuál es el número de casas vacías ya que ni siquiera los datos del Departamento vasco de Vivienda ofrecen una radiografía exacta. De acuerdo con sus últimas cifras, en Euskadi existen un total de 25.450 viviendas vacías que podrían ser movilizadas, de las que el 2,4% (unas 4.000) estarían en Álava, sin matizar cuántas exactamente en Vitoria. Cuando en 2021 Lakua aprobó el canon para viviendas que lleven desocupadas más de dos años, el entonces alcalde, Gorka Urtaran, pidió recursos para abordar la confección de un registro que consideraba «complejo» por la necesidad de tener que demostrar que realmente una casa lleva un tiempo deshabitada. Listados anteriores de viviendas vacías incluían pisos en los que se realizaban actividades económicas o segundas residencias.
El incremento del 4% acordado afecta a tributos que casi todas las familias y empresas de Vitoria pagan, como el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) -con la citada recarga para los pisos cerrados- y el impuesto de vehículos, además de los precios que marca el Ayuntamiento en sus servicios. En el caso del Impuesto de Actividades Económicas (IAE) el porcentaje pactado será de un aumento del 7% en el coeficiente del 1,95% que ahora se aplica a las grandes empresas. Bildu asegura que son del orden de medio centenar de firmas, entre ellas Mercedes, las que abonan este impuesto en Vitoria.
En el caso de las basuras, la subida será, por imperativo legal, muchísimo mayor, y es que aunque Europa ha dado margen a los consistorios para ir adaptando estos recibos al coste real de lo que cuesta recoger y tratar los residuos, los diferentes desencuentros entre los gobiernos de Urtaran y Etxebarria con la oposición municipal habían hecho imposible la progresividad. El último carpetazo ocurrió el pasado año, cuando el gobierno local planteó una subida generalizada del 3% salvo en las basuras, que aumentan un 10%, y a pesar de que hubo un conato de acuerdo, éste saltó por los aires tras el portazo de EH Bildu y Elkarrekin Podemos.
Pero, desde entonces, el clima en el Ayuntamiento de Vitoria ha cambiado de manera significativa, tanto desde el punto de vista económico (con el encarecimiento de los precios) como político. El Gabinete Etxebarria, que también se ha apoyado en el PP, por ejemplo para la compra de autobuses de Tuvisa, cerró el pasado año el principal acuerdo, el de presupuestos, con EH Bildu; y otro también relevante, el del Plan General de Ordenación Urbana, con Elkarrekin Podemos. El pacto fiscal anunciado formalmente este martes era el único que se le resistía a la mandataria socialista. La coalición abertzale se consolida, con este último movimiento, como la principal aliada económica.
«Con este acuerdo cumplimos con el mandato legal sobre la tasa de basuras y rebajamos la subida de impuestos propuesta por el PSE-PNV a un 4%. En definitiva hemos alcanzado un acuerdo más justo y progresivo que servirá para reforzar los servicios públicos, ampliar el bienestar de la ciudadanía y mejorar las tasas de reciclaje en el municipio», ha resaltado Rocío Viterio durante su comparecencia. Maider Etxebarria, a través de las redes sociales, se ha felicitado por el pacto alcanzado con la coalición abertzale: «Objetivo cumplido. Sumamos un nuevo acuerdo en el Ayuntamiento para actualizar las ordenanzas fiscales de Vitoria tras cinco años de desencuentros. Un pacto que nos permitirá aplicar la ley de resiudos y mantener unos servicios públicos de calidad. Siguiente objetivo: los presupuestos de 2025». «Cumplimos con nuestro deber: acordar entre diferentes para mejorar nuestra ciudad».
También el teniente de alcaldesa del PNV Iñaki Gurtubay ha valorado el acuerdo a través de redes sociales. «Permite que tengamos un presupuesto de ingresos y eso aporta estabilidad, algo imprescindible para desarrollar una buena labor de gobierno». Se ha felicitado por este pacto con EH Bildu, «único grupo que ha manifestado una voluntad real de acercar posturas en materia de ordenanzas fiscales».
Desde que hace dos semanas el equipo de gobierno presentara su propuesta para las Ordenanzas Fiscales, con bonificaciones para las familias más vulnerables e incentivos para fomentar el reciclaje, las negociaciones con la oposición en busca de un pacto no han cesado. EL CORREO avanzó ya este lunes que el acuerdo estaba cerrado. Pero la complejidad que requería adaptar los detalles del pacto a un documento técnico -sobre todo los nuevos tramos y bonificaciones- llevaron a las partes a posponer a mañana un debate fiscal que se había programado para hoy.
En el caso de la tasa de basuras, la formación abertzale ha destacado que con su implicación el acuerdo se habrían conseguido «reducciones de en torno al 50% sobre la propuesta inicial del Gobierno» en lo referente a las viviendas y locales con menos metros cuadrados.
Como filosofía general, la portavoz de EH Bildu, Rocío Vitero, ha defendido que su propuesta persigue una fiscalidad local «más justa y progresiva», de manera que los ingresos derivados de tasas e impuestos ayuden a construir un Ayuntamiento «fuerte», «que responda a las necesidades de la ciudadanía, que mejore tanto la protección social como las bonificaciones y que aumente la aportación de las grandes empresas al presupuesto municipal».
«Habrá basurazo y subidas de impuestos a los vitorianos en 2025. La alcaldesa del PSE elige a Bildu como socio preferente en Vitoria para abrasarnos a impuestos con peores servicios públicos. El impacto del basurazo tendría que haberse limitado con congelaciones y bajadas de impuestos». El portavoz de los populares en el Ayuntamiento vitoriano, Iñaki García Calvo, no ocultó ayer su más absoluto rechazo al incremento de la tasa por la gestión de residuos y la subida generalizada del 4% en el resto de tributos y precios públicos que se hará realidad a partir de 2025 con el pacto PSE-PNV y EH Bildu. «Aquí se ve claramente que el único modelo alternativo es el del PP de Vitoria», agregó. Su formación proponía bajar hasta un 10% en impuesto de circulación y el de la plusvalía y más bonificaciones.
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